Recientes estudios realizados en la Universidad de Vladivostok (Rusia) demostraron que existe una vinculación estrecha entre la personalidad de las personas y la ropa interior que se utiliza. A pesar de no estar listos los resultados finales, pequeños adelantos salieron a la luz y menosdelomismo los presenta aquí en exclusiva.
Según esta investigación, la personalidad ya no dependería de la socialización, ni de la genética, ni del movimientos de los planetas ni de showmatch, sino que por el contrario, y generando gran impacto en las lencerías de once, depende casi totalmente de los tipos de calzoncillos que se usan. Es en este sentido que un calzoncillo apretado generaría un tipo de personalidad, un boxer otra y uno de leopardo otra totalmente distinta.
La nueva teoría destruye completamente las ideas de nuestro gran amigo Sigmund Freud y de sus discípulos. Informes recientes que llegaron a nuestra redacción (todavía no se porque hablo en plural si soy el único boludo que escribe) dan cuenta de que cientos de psicólogos han saltado de sus balcones con tendencias suicidas, ante el temor de la perdida de trabajo por parte de modistos que están cambiando los divanes e instalando pasarelas en los consultorios.
Alba Pachacay, tendera del once, no dejó de sorprenderse ante esta información, tanto es así que lo único que le dijo a nuestro reportero fue “que sorpresa, no dejo de sorprenderme”, para luego instalarse en un inmutable silencio. Contraria fue la reacción de Abraham Israelevich, que siguiendo al Antiguo Testamento, no respondió nada, alegando que el sábado no trabaja y menos gratis.
Más allá de estas repercusiones a nivel local, las bolsas del mundo han entrado en crisis ante el temor de un rebrote inflacionario generado por la suba desmedida de los taparrabos, hasta incluso, algunos países optaron por volver a la moda, abandonada hace milenios por Adán y Eva, de utilizar hojas de plantas para proteger el pudor de las personas. Está política desde ya, fué criticada por nuestros amigos de Greenpeace, planteando la utilización de hojas recicladas para proteger el medio ambiente, instalando en la opinión pública un debate filosófico don hondos arraigos ontogenésicos entre vergüenza genital y medio ambiente.
Aún no se conocen las consecuencias a futuro de este cambio de paradigma pero lo que si es seguro es que nadie ni nada podrá escaparse de este embrollo.
Underwear investigations.
A continuación, y de manera sucinta, de detallan las personalidades que generan la utilización de cada uno de los tipos de calzoncillos analizados.
Leopardo: falsos por naturaleza. Por un plato de comida hacen lo que sea, incluso franelear como don gato y sus pandilleros. Son muy perceptivos en cuanto al amor, pero nunca se dan cuenta de lo ridículo que les queda. Al igual que sus familiares felinos son trepadores por naturaleza, aunque contradictoriamente, y a pesar de sus adulaciones, son de poco monta, o mejor dicho... de poco montar.
Slip: persona que necesita de contención. A pesar de su grandeza siempre necesita un par de manos que lo sostengan en los vaivenes de la vida, sobre todo en los momentos de crisis, cuando más se mueve el barco. Gustoso de los ambientes cerrados, cuasi claustrofóbicos, de altas temperaturas, no suele darse cuenta de cuando la compota está lista (gracias lecho). Suelen tener una inclinación hacia el masoquismo, aunque es sus versiones más modernas: placeres surgidos del dolor del paspado inguinal. Fanas del talco y del ipoglos.
Boxer: amantes de la libertad, casi anarquistas. La teoría del péndulo vuelve a estar de moda, aunque con dos nuevas hipótesis que cubren todo el espectro, de izquierda y derecha. Gustan sentirse distendidos, aunque no suelen darse cuenta cuando zozobra el barco por los costados. Pro-activos, ya no sirve la política del cruzarse de brazos, ahora hay que cruzar las piernas. A pesar de su inclinación por la libertad, nunca dejan que la libertad se extienda más allá de un pantalón corto, so pena de ridiculez. Algunos piensan que son de descendencia escocesa, por los motivos de sus telas, pero en realidad poco tiene que ver con el pasado sajón, sino que por el contrario, son más bien rascas, y son los calzoncillos más barato de “La Salada.”
Zunga: Aún no están los resultados para las zungas, aunque algunos presupuestos ad hoc sostienen que simplemente los que utilizan este tipo de ropajes, son más bien personas ridículas, por no decir que son ridículas lisa y llanamente.
Cualquier aporte sobre distintas formas de calzoncillos y personalidades no olvide avisarme, que luego se analizará en el set de prueba.