He notado ciertas falencias en el vocabulario utilizado por la comunidad toda, y como pequeña contribución he decidido aumentar aún más el diccionario de menosdelomismo, como para lograr una certera y precisa comunicación sin ningún tipo de yerro.
Picado: alusión directa a los comienzos de una borrachera sin sentido, que puede derivar no sólo en situaciones vergonzosas sino también en desvaríos racionales y en amnesia repentina. Aunque muchos recurren a la amnesia para hacerse los olvidadizos y mejor no recordar los papelones que hicieron la noche anterior.
Tengounareunión: forma poco elegante pero profesional para justificar todo tipo de trampas y juergas. Aún cuando se sabe que rara vez existan reuniones uno sigue apelando a su verosimilitud para no sentirse tan culpable. Quizás sería bueno invitar a sus novias/os a esas reuniones, por ahí también se enfiesta.
Parodelcampo: recurso estratégico utilizado para colmar la paciencia de todos aquellos que nos sentimos totalmente alejados de la dos posiciones estúpidas. A pesar de la crisis y del paro del sector apícola, uno termina con los huevos por el piso.
Privacidad: primera palabra en la historia que a través de la modificación mediática comienza a significar su antónimo. Forma poco célebre de los periodistas de publicar todo aquello que suele formar parte de la privacidad y de la individualidad, que pasado por el filtro televisivo se convierte en público y susceptible de crítica por las opiniones más decadentes, patéticas y desautorizadas.
Rialismo: forma de la mentira que se transforma en verdad absoluta y universal. Farsas que luego de un par de escándalos, un par de botineras, un par de culos y un par de gritos, se transforma en un universal lógico. También hace alusión al pragmatismo televisivo. Suele utilizarse para denostar a aquellas personas que se venden por un par monedas de oro (ej. El rialismo de Judas permitió la captura de Jesús)
Canosismo: forma del rialismo pero no tan amarillo, sino más bien colorado (CUAK).
Pidodisculpassiofendíaalalguien: recurso lingüístico utilizado para no dar la razón y eclipsar un verdadero sentimiento orgullo y soberbia. Dicho en labios de una mujer soberbia, se transforma en un sinónimo de mentira publicitaria para reforzar su alicaída imagen publica.
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