Menos de lo Mismo es una forma de aportar menos de lo mismo a estos lúgubres sitios donde desafortunadamente nos ha tocado vivir. Digo menos de lo mismo y no nada de lo mismo, porque se me va a hacer muy difícil salir de la mediocridad habitual de la que formo parte. Ni etiquetas ni temas. Simplemente lo que quiero.
domingo, 13 de julio de 2008
¿Mito vs verdad?
Como siempre, muy ocupado, continuo leyendo mi libro sobre mitos griegos y sobre las basta cantidad de dioses, ninfas, gigantes y monstruos que poblaban la tierra de estos escritores. Y quizás, algo desconsolado, comencé a comprender que el mundo entero se explicaba a partir de estas fantasías, es decir no sólo se talaba un árbol, sino que también se mataba a una ninfa del bosque, no sólo una madre quema un leño en alguna hoguera, sino que se mata a un héroe de los argonautas, no sólo alguien se enamoraba de Apolo y lo seguía a donde vaya, sino que también nacía el primer girasol.
Y al mismo tiempo que leía como se explicaba la realidad del mundo en el paganismo, en la antigüedad, comencé a darme cuenta lo hermoso y lo genial que era esta verdad. Porque realmente, estas historias guiaban la vida de las personas.
Y no me digan que no es mucho más hermoso ver en Eco, no una repetición de las ondas sonoras a través del rebote contra las paredes, sino el castigo a una ninfa que pretendió enamorar al esposo de Hera y que fue condenada a tan solo responder cuando alguien le hablaba; o no es más hermoso ver en la creación del caballo y del olivo, no una compleja cuestión de biología y genética, sino una pelea entre Poseidón y Atenea, para ver quien se quedaba con la ciudad sagrada, que luego se llamó Atenas en honor a la ganadora de esa competencia.
Se sabe que quizás, las explicaciones científicas son más “ciertas” o mejor dicho más representativas de lo que la realidad es, pero también sé que es mucho más aburrido y menos reconfortante, quizás no estaría mal volver un poco a esa otra realidad mucho menos compleja pero sí mucho más humana que eran esos dioses pecadores y rencorosos pero las más de las veces majestuosos.
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