lunes, 22 de febrero de 2010

Una de confites


El otro día, más precisamente ayer, le dije a mi vieja que tenía un cumple y que iba a salir. Y ella tranquilamente me respondió: “¿A qué confitería vas?”. Completamente obnubilado le dije: “¿Qué confitería má?... vamos a bailar, vamos a un boliche, en la confitería venden confites”. Ella, reconociendo en sus ojos y en su gesto lo anticuado del eslogan me dijo: “Bueno… eso… nosotros le decíamos así.”
Pegué un portazo y me fui, no quería que me contara por trigésima novena vez la historia de cómo conoció a mi viejo.
Llegué al boliche y no paré de lamentarme el desprecio hacia mi vieja. Tantas pastillas me ofrecieron que realmente parecía una confitería.

1 comentario:

N. H. dijo...

¿Qué tul? ¿Cómo le baila? (Para estar a tono con las antigüedades):

Excelente la actitud descrita en el banner. Me hizo reir este post. ¡Hasta la vuelta!