viernes, 19 de septiembre de 2008

Sin tetas no hay paraíso


No pretendo ensañarme con la gente de canal 9, ni con el productor ni con el director, pero creo que esta muchachada está haciendo todo lo necesario para que cada un par de semanas le dedique un pequeño espacio en mi blog, hablando de las telenovelas que pasan.
Esta vez, quizás más escueta que la anteriores, porque la verdad no hay mucho que agregar al siguiente título: “ Sin tetas no hay paraíso”.
Espero que en poco tiempo salga la novela “Pene mata a galán” y ahí sí me retiro para siempre de todo y me dedico a taparme con diarios por ahí.

lunes, 8 de septiembre de 2008

El imperio del helado


Después de unos cuantos lustros vuelvo al blog, algo desecho y lleno de chistes malos, pero con la misma pasión de siempre, esa pasión que hace de mi estupidez privada una estupidez mucho más grande, contagiosa y pública. No acepto quejas al respecto.


El otro día, sin pretender hablar de mi vida privada, bien aburrida por cierto, estaba en una heladería y observe con desprecio que el primer sabor en la lista de gustos era la crema americana e inmediatamente aparecieron ante mi las imágenes de los diarios y la televisión alertando sobre el avance del imperio y las invasiones Anglo-americanas.

Primero el petróleo, luego el agua y ahora también van por los helados. Obviamente estamos ante una escalada del imperio.

La historia nos marca que cada vez que un imperio entró en decadencia comienzan a aflorar sus peores crímenes, pasó con el imperio Egipto en Babilonia, con el Romano en la Granbretaña y con España durante el período colonial, y ahora está pasando con el imperio yanqui.

Ahora, y como una estrategia sensible, más poderosa que la bomba atómica, el imperio comienza por desestructurar nuestro propio consumo, al atacar el placer de las cremas heladas, introduciendo en nuestra propia personalidad un sabor totalmente triste, desabrido y poco rebelde.

El plan es lograr el apaciguamiento de las pasiones a través de la implementación de sabores con notoria tristeza, con el fin de evitar los sacudones sociales que de vez en movilizan a la población en los países del tercer mundo.

Según un estudio secreto del Pentágono al que “Menos de lo mismo” tuvo acceso, el 90% de las personas que consumen crema americana no participan en manifestaciones ni arrojan piedras contra vidrieras, y el 94% tiene una imagen positiva del Presidente de los Estados Unidos.

La Guerra Fría, más fría que nunca (cuak), también ha llegado a los mostradores de las heladerías, ya que el gobierno Ruso está investigando aquellos sabores de helados que generan todo lo contrario. Aquellos que exacerbando las pasiones de los pobres generan ambientes revolucionarios con simpatías soviéticas. Los primeros experimentos fueron realizados sobre el sabor cereza y frutilla en directa alusión al color rojo de la revolución. Es presuroso todavía dar a conocer los resultados, aunque fuentes cercanas al kremlin destacan su particular alegría al respecto.

Difícil de predecir es el futuro de nuestro territorios, pero mientras que la crema americana siga siendo el sabor más consumido en las heladerías, nuestra esclavitud cultural y económica será cada vez más profunda, hasta llegar el momento en que nuestra propia alienación termine por eliminar el resto de los sabores, construyendo un triste y desabrido mural de crema americana.

Por la independencia cultural y económica! Luchemos contra la crema americana y su versión más falaz, la crema del cielo.