domingo, 26 de junio de 2011

Hinchas y barras rompen con la gloria.


Tristeza por descender, por ver al equipo en crisis, pero más que nada por ver al club destruido. Ese estadio que hace exactamente 15 años festejó la segunda copa libertadores, donde en algún momento se alzó la primera copa del mundo, aunque nunca nos la deberían haber dado.
Ese estadio, que no por casualidad se llama Monumental, porque realmente lo es, ahora está en ruinas, aniquilado por el fútbol y aniquilado por hinchas y barras.
Porque no seamos ingenuos, la gran mayoría de los criminales que destruyeron el símbolo de River son barrabravas, pero muchos otros son simples hinchas como yo, que ante la locura y ante la desesperación reaccionaron de la peor manera posible haciéndose ellos mismos los dueños del problema.
Desde hace 10 años las cosas se están haciendo mal, dirigencialmente y deportivamente y todo trae sus consecuencias. Hoy en River, la última pata que quedaba libre, la de los hinchas, quedó rota.
Los barras ¿porqué destruyen todo? Obviamente que River se vaya a la B significa para estos delincuentes, con vínculos con los dirigentes de River y con las altas esferas políticas del Estado y de la Ciudad, perder mucha plata. Los barras pierden guita y mucha, y por eso su bronca. Porcentaje de pases, empleos públicos, venta de entradas, cobro de estacionamiento, venta de drogas y cobro por aprietas representan para unas mil personas (los barras) una ingreso alto y seguro.
No les importa la camiseta ni el aguante ni nada, pierden plata. Cuando River pierde ellos se quedan sin laburo, que es ser profesionales del aguante, de la violencia y de las apretadas.
Son los mismos que después están en lo actos políticos, en muchos aprietas a manifestantes que no convienen ni a la Ciudad ni a Nación. Todos saben quienes son y todos dicen combatirlos. Hasta los periodistas deportivos que no cabe duda que muchos de ellos tienen arreglos con los barras, por miedo o por cómplices.
Irnos a la B es una simple circunstancia o momento de crisis, que no va a durar mucho y todos sabemos que el año que viene festejaremos el ascenso. Pero estos hijos de puta, que viven del club y que encima lo destruyen van a estar y se van a quedar. Y van a seguir cagándose de risa delante nuestro, porque en la B, en la C o donde sea van a seguir chupando la poca sangre que ahora le queda a River, y lo peor de todo, es que ellos mismos, profesionales del “aguante”, se van a jactar de que son los que más cantan, de que aguantan los trapos y no se que otra mierda.
Ellos destruyen el club de nuestros amores, y encima nos dicen que lo defienden. Y muchos, y muchísimos, cada vez que entran los delincuentes a la cancha cantan “llegan los borrachos del tablón…” siendo cómplices de estos delincuentes que destruyen el club, con sus principales cómplices, los dirigentes y algunos jugadores.
No tenemos salida, mientras todo el ambiente del fútbol haga negocios con los barras, mientras los hinchas en vez de putearlos los alientan, no hay salida.
Vamos a volver a la A, vamos a volver ganar la Libertadores y vamos a volver a salir campeones del mundo, pero estos hijos de puta se van a quedar, y nos van a seguir cagando a costa de la Gloria de 110 años.

1 comentario:

@JackesCointreau dijo...

No hay que dejar de decirlo, aún cuando sea obvio. Muy bien por tu post.
El mañana, en River , comienza hoy. Frase hecha, y pedorra, pero no podemos dejar que los que lograron este desastre sigan haciendo lo que quieren.
Abrazo.