lunes, 28 de febrero de 2011

Terpsícore y el castigo del Pump It


Demás está hablar de Terpsícore aquella musa griega del canto y del baile que ha inspirado a los grandes músicos y bailarines de toda la historia de la humanidad, y que aún hoy en pequeños boliches bailables deja su encanto fluir. Aún a pesar de su condición de semi-diosa nadie puede escapar de la maldad y de la venganza de ella.
Tal es el caso de un joven hindú, el mejor bailarín de la historia de la humanidad, capaz que realizar todo tipo de movimientos incluso aquellos que en cualquier persona requerirían la fractura inmediata de huesos y articulaciones. En la india lo llamaban el Shiva del baile y danzaba a diestra y siniestra en las calles angostas de Bombay esquivando pobres y muertos de hambre sin siquiera inmutarse.
Como todo gran maestro, a medida que vencía a sus rivales en la pista su espíritu se ennegrecía más y más, hasta llegar al punto de convertirse en un ser engreído y soberbio, encerrado en sí mismo al sentir que era el mejor bailarín del universo.
Llegó el  momento en el que el mundo se quedó sin bailarines ya que todos se avergonzaban ante el paso majestuoso del joven hindú, aumentado increíblemente su vanidad.
Tal era su soberbia que Terpsícore, asqueada de tanto engreimiento, le pidió a Zeus que tomará venganza con este hombre que  había intentado desafiar a los dioses al creerse el mejor bailarín del universo. Luego de algunas discusiones, Zeus decidió hacerle caso a Terpsícore y descendió a la tierra en la figura de dueño de un salón de videojuegos.
Utilizando sus poderes, el Dios Griego instaló una máquina diabólica de baile que funcionará por toda la eternidad. Maléficamente Zeus le puso Pump It y simplemente este artilugio servía para desafiar a bailarines proponiéndoles retos cada vez más difíciles de resolver. Cuando el bailarín fracasaba en unos de los pasos de baile que proponía la máquina esta se apagaba y buscaba un nuevo contrincante.
El joven hindú se enteró de la presencia de esta máquina que a todos los bailarines derrotaba y sintió el momento de desafiar por primera vez a un rival de su talla, y haciendo un dos por cuatro salió corriendo al videojuegos. Se puso en la cola y soberbiamente vio como iban siendo eliminados grandes bailarines hasta que le llegó el turno a él.
Primero la máquina ofreció pasos muy fáciles, luego fue avanzando la complejidad lentamente, pero el bailarín todos cumplía sin ninguna dificultad.
El tiempo pasó, la dificultad aumentó, pero el bailarín seguía cumpliendo los pasos adecuados. Aún hoy luego de 10 años de empate técnico entre máquina diabólica y bailarín, el engreimiento del hindú hacen que no desista y no renuncie a ese baile, siendo su único objetivo vencerla.
Nunca se enterará, que por haber desafiado a los Dioses Zeus puso toda su magia para crear esa máquina que lo tendría atrapado por toda la eternidad.


lunes, 7 de febrero de 2011

El huevo Kinder y la traicion de las papilas gustativas.


El otro día, como forma para impresionar a mi sobrina me compre dos huevos Kinder, muy egoístamente no le di los dos, sino que simplemente le di uno y el otro me lo clave yo. Recordaba mi época de niñez cuando el huevo Kinder era sin lugar a dudas, el mejor chocolate que se podía adquirir a precio módico en cualquier polirubro de la ciudad y me deje tentar por esta idea.
Abrí el huevo como cóndor primerizo y los mastique suavemente. Horrible, fue una de las mayores decepciones que he sufrido en los últimos 10 años.
La pregunta que me vino a la mente fue ¿Qué le paso al huevo Kinder? Cabía de esperar una primera gran respuesta y es que con el paso del tiempo y el aumento de los precios el sabor y la calidad de los huevos había decaído notablemente y que este era el nuevo sabor de los huevos.
Otra opción que creo que es la que mas se ajusta a mi realidad, es que objetivamente la ingesta de sabores amargos a adaptado mis papilas gustativas a otros sabores y lo que antes me parecía un manjar ahora me parece un desastre y lo que antes me sabia un espanto ahora me encanta.
El paso de los años ha influenciado en que mi lengua diga otras cosas que antes no decía, pero estoy seguro de que deben existir cuestiones accesorias para tan grabital cambio. El fernet es sin duda el mayor acelerador de cambios gustativos de la naturaleza, y la agudiza con notable velocidad.
Cuanto mas Fernet uno toma mas amarga se pone la lengua y menos capacidad de sentir dulces tiene y eso hizo que mi lengua ya no le encontrara el placer a ese mágico huevo.
Años de fernet y años de vejez irán cambiando mi paladar hasta convertir todo en algo completamente desabrido.
Y llegara ese fatídico día en el que las frutas abrillantadas sean una gran festín y un placer para mi, y ese día, el mismo día que encuentra el placer de comer una fruta abrillantada, me mato.
Ah, me olvidaba, las sorpresas son igual de chotas que antes.

viernes, 4 de febrero de 2011

Lagrimas de cocodrilo


Hay algo de odioso en la creación, y algunas de las obras parecen mas un capricho que una gracia, y pensaba mas que nada en aquellos seres destinados a ser carteras y botas condenados eternamente a sufrir por una desesperación destructiva cada vez que se alimentan de un ser vivo.
¿Qué han hecho estos pequeños seres viscosos para ser castigados con la pena de sufrimiento eterno en cada una de sus comilonas?
Porque un detalle, no sólo los cocodrilos fueron condenados a llorar cada vez que comen, sino que al mismo tiempo, y aumentando notablemente el sadismo de la situación, fueron dotados de tremendo apetito. Nada de llevarlos a comer comida gourmet a algún restaurante top. Para satisfacerlos, mínimo lo tenes que llevar a una tenedor libre chino del once.
Primero son castigados con el hambre y luego castigados a la tristeza de matar una vida por su propia necesidad de alimentarse y de satisface su apetito.
En este caso dios se ha ensañado notablemente con estos humildes animales, ya que no hay en toda la naturaleza casos de congoja y abatimiento al comer. ¿O alguien acaso vio a un león ponerse triste cada vez que despedaza salvajemente a cualquier cebrita que anda suelta?
Tanta meditación me han hecho pensar en lo noble de los cocodrilos, que aunque te comen vivo, lamentan esa situación. Quizás habría que darles un poco mas de crédito.
Dios, apelo a vos para que recapacites ya que nadie se merece una condenada de millones de años, por mas mal que hayan hecho.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Iemanjia - Diosa del Mar de la cultura Afroamericana


Todos los 2 de febrero, desde hace 400 años se festeja en América, o mejor dicho se rinde culto, a Iemanjia, Diosa del Mar, orixá femenina del panteón yoruba originaria de Nigeria y que llegó a América con los esclavos negros trasladados hacia nuestras costas.
Con la prohibición de la esclavitud de los pueblos originarios, gracias a las gestiones de Bartolomé de las Casas que logró que fueron consideradas personas, los gobiernos europeos decidieron traer a América a otro grupo, que todavía no eran considerados hombres, sino salvajes, y que por ese motivo podían ser esclavizados. Los negros no tienen alma gritaban los vendedores de esclavos mientras le daban un latigazo buscando un mejor precio.
Con el correr del tiempo y con la masiva presencia de esclavos en América los cultos africanos comenzaron a expandirse y a fundirse con el resto de las tradiciones y cultos de las demás tribus “negras” y con la religión católica. De está “fusión” es que se van recreando diferentes rituales y tradiciones al punto tal de que la Diosa Iemanjia es identificada en muchas ocasiones con la Virgen María.
Esto no es casual ya que a los negros se les prohibieron los rituales propios y fueron obligados a convertirse al catolicismo y seguir sus prácticas. Las imágenes cristianas de la virgen con su hijo, fueron interpretadas inmediatamente con Iemanjia, que no sólo es la Diosa del mar, sino que también es de la fertilidad.
El negro no tiene alma pero boludo no es, así que mientras los católicos creían que estaban venerando a la virgen maría, en realidad habían encontrado un resquicio desde donde seguir con sus tradiciones africanas.
Estas tradiciones fueron pasando de generación en generación, y seguramente hayan servido como una de las pocas formas que tenían estas personas de continuar con vida. Quizás era la única esperanza y la única manera de recuperar su dignidad.
400 años después la celebración continúa y las tradiciones afroamericanas no se perdieron, a pesar de todos los intentos de la cultura dominante de hacerlos desaparecer. Recuperar en la memoria colectiva aquello que nos pertenece como americanos también es una forma de liberarnos y de sentirnos propios y pertenecientes a un mismo lugar, y Iemanjia es una de esos momentos que no debemos olvidar.  

martes, 1 de febrero de 2011

Cariño plastificado


Las flores, como forma viva de la belleza son no sólo motivo de placer estético sino que al mismo tiempo aparecen como el símbolo del cariño de los vivos hacia los muertos. No es casual que se pongan flores coloridas y no hojas de nogal en las tumbas, lápidas y nichos. Hay un vínculo muy fuerte entre la belleza de lo vivo, el cariño de los familiares y la felicidad del muerto en su tránsito.
A pesar de su belleza, también tienen su periplo de vida y pasado un par de semanas estas mueren y deben ser cambiadas, para que el muerto desde el más allá no entristezca al sentirse abandonado por sus familiares. Ritual mensual el de llevar flores nuevas para los muertos, que eterniza la concordia entre la vida y la muerte. Hechizo mágico de las flores que logran mantener felices a nuestros difuntos, con el sólo requisito del sacrificio mensual de reemplazarlas.
Pero la viveza criolla pretende engañar a la misma muerte, desafiar las tradiciones milenarias y romper con este hechizo.
Otra vez la tecnología y la investigación en los hidrocarburos ha generado una serie de fenómenos asombrosos. En uno de sus tantos ataques a la existencia, la industria ha generado miles y millones de consuelos gomosos, de eternidad rígida y de cariño plastificado.
El símbolo de la vida y del cariño hacia nuestros difuntos está siendo reemplazado por un ejército de flores perennes, que pretenden desbalancear la armonía entre la vida y la muerte.
Las flores de plástico abandonan a nuestros fallecidos a la buena de Dios en tal difícil tránsito. Difícil será imaginar sus pensamientos, quizás muchos de ellos deben estar descubriendo la verdad ahora mismo.

Nunca los quisimos.