domingo, 10 de febrero de 2008

Zerpa... apagá la luz!!!


Extracto extraído (justamente) de una nota publicada por el “serio y respetado” diario el Eco de Tandil el día viernes 8, con referencia a los incendios acaecidos en las sierras la última semana.

“…El fenómeno fue analizado por el reconocido investigador Fabio Zerpa, que lo atribuyó a los `foo fighters´, una especie de cazafantasmas que acarrean energía para las naves… Ayer al mediodía, la producción del magazine "La Ciudad" contactó al investigador Fabio Zerpa, a quien previamente le envió los documentos fotográficos obtenidos en cercanías del incendio. Luego de recordar la investigación que realizó en esta ciudad en 1974, a raíz de que el testigo Sebastián Acevedo observara a una "nave extraterrestre que cargaba electricidad" en la estación de Segba ubicada sobre la Ruta 226, se refirió a los hechos actuales…Las definió como "proyecciones plasmáticas que largan desde la nave", entonces la misión de esos "foo fighters" es cargar electricidad en los cables de alta tensión… De acuerdo con el investigador, es posible que las bolas de fuego puedan responder a la presencia de objetos voladores no identificados sobre el cielo tandilense. Sobre el final, expresó su deseo de acercarse hasta esta ciudad para investigar estos fenómenos.”

Me llama la atención que nuestro querido amigo Julio De Vido todavía no haya utilizado esta teoría para explicar la crisis energética en la que vivimos. Sólo falta que empiecen a cambiar las luces de estos objetos voladores no identificados por bombillas de bajo consumo y que se cambie su “motor de fuerza gravitacional” por motores a bio-diesel.

Zerpa apagá la luz.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

chirooooo cada vez mejor lo tuyoo....y resumo diciendo q te hace muy bien el alcohol...mira como te inspiras..y el barco d anochee...q habras terminado cual velero en el Lago del Fuerte... jaa! LECHO!!!

Franco Brutti dijo...

El alcohol solo es insntantaneo.
Hace bien en el momento despues es letal.
Todavia hay cientos de indégenas golpenado sus tambores dentro de mi cabeza.
No hay yastá que los mate.