jueves, 31 de diciembre de 2009

¿Necesita algo o sólo viene a pesarse?


El otro día, caminado por las céntricas calles de Tandil, me crucé con una farmacia muy pituca y decidí pesarme. Realmente jamás me preocupé por mi peso, pero quizás lo ví como una aventura más en estos tiempos aburridos.
¿Cuánto pesa mi ser?, ¿Cuáles son los kilogramos de corporeidad que me identifican como persona, y que al mismo tiempo determinan mi comportamiento?. Porque todo bien, lo que importa es lo de adentro, pero no es lo mismo pesar 120 a pesar 40, no por una cuestión estética o de salud, sino simplemente porque me imagino que el peso en cierto sentido tiene una influencia en nuestra forma de ser, ni buena ni mala, influye. No será una cuestión natural ni rígida, pero alguna gilada el peso tiene que hacer.
Así que mientras pensaba esto ya había caminado 4 cuadras más y tuve que volver caminando de nuevo.
Abro la puerta de la Farmacia y en ese momento me sentí particularmente incómodo. Había entrado erguido, como enseñan a caminar los militares, con el pecho saliente y mirando a todo el mundo desde arriba, pero al primer paso ya me sentía encorvado. .
No había nadie detrás del mostrador, pero al escuchar el ruido de la puerta dos mujeres hermosas, parecían farmacéuticas, aparecen desde atrás como queriendo preguntarme que necesitaba.
La verdad que no necesitaba nada, sólo quería pesarme. Pero ya los había molestado, las había hecho parar y acercarse a mí, y sobre todo estaban re buenas. No da hacer tamaña molestia y no comprar nada, es como ir a comer y no dejar propina. Tenés que consumir. Pesarte es con obligación de compra, por lo menos mis valores molares, digo, Moralez… morales así lo estipulan.
Lentamente y con la cabeza gacha, no quería que se dieran cuenta que sólo iba a pesarme toqué suavemente la balanza como diciendo: “Que lindo diseño. ¿Será industria nacional?...y me fui alejando suavemente mientras me acercaba al pelotón de fusilamiento.
En esos segundos letales tenía que meditar qué iba a comprar para escaparle a esa situación espantosa. ¿Pero qué?.
Una bayaspirina. Nadie va a la farmacia para comprar un bayaspirina, ahora se compran en el kiosco. Entonces pensé en tirarle algún remedio complicado, una especie de tiramisol flex 50 miligramos, o un tripticotul parasitol. Pero no tenía receta, y era casi seguro que esos remedios no existían.
Así que hice un nuevo esfuerzo y cuando ya tenía la respuesta en la punta de los labios y chocándome con el mostrador, escucho un sutil: “Buen día. Necesita algo? O sólo vino a pesarse?”
¿Para qué? No lo podía creer. Toda la artimañaza se me había desvanecido. Se habían dado cuenta. No había vuelta atrás. Venía a pesarme y mi destino estaba condenado. Con un a gota cayendo sobre mi frente dije.
“Si vine a…” La voz me temblaba, no me anima a decir nada y la “p” me resultaba más impronunciable que nunca, la lengua traicionera ya no era la misma de siempre, parecía acalambrada, temblorosa.
En un acto de brillantez repentina y con una sonrisa más de relajación que de felicidad le digo::
“Si, tengo hemorroides necesito una crema”
No!. Mirá que voy a decir eso. No podía creer lo idiota que era. Quería golpear mi cabeza contra las estanterías y enterrarme debajo de los mosaicos, desaparecer y aparecer en otra farmacia diciendo cualquier otra cosa. Me lengua antes enmudecida ahora era un mar de boludismo y vernguenza.
Hasta pensé en ese momento en decir que me iba a pesar y nada más, pero ya era tarde, la farmaceútica entraba con un pote de crema en sus manos, y una sonrisa ancha, como en las propagandas de la década del 50`.
“¿Sabe cómo se utiliza?
Creo que ya a esa altura me estaba saliendo hemorroides del nerviosismo, me temblaban las manos y ni siquiera podía ver a las farmaceúticas. Ya se sabe el que calla otorga, así que mi no respuesta significaba que no sabía y tenía que escuchar toda la explicación, hundiéndome aún más en la pena.
La farmacéutica siguiendo con su pose de publicidad comenzó a explicarme que debía aplicarme en la zona afectada dos veces por día, teniendo la precaución de realizar una dieta estricta y de no realizar grandes esfuerzos, para no seguir complicando la situación.
Desahuciado después de escuchar que una mujer hermosa hablaba de mi zona afectada, que en realidad no era tal, agache aún más la cabeza y mi respiración comenzó a empañar los vidrios del mostrador, metí la mano en el bolsillo, saqué la billetera y se la entregué a la farmacéutica que todavía no había hablado.
No me importaba que me robaran, que me estafaran, quería salir de esa situación lo antes posible, llegar a la calle y tirarle el pote al primer colectivo rojo que me cruce.
Instantáneamente siento que me ponen la billetera en mi mano, que todavía estaba extendida, y me cuelgan de mi dedo índice una bolsita con el pote. Me doy vuelta y comienzo a arrastrarme por la farmacia pensando que nunca más iba a pasar por esa farmacia y que seguramente toda la cuadra iba a estar prohibida de ahí en adelante.
Llego hasta la puerta como un gusano come tierra, levantando la mano abro el picaporte y salgo de la farmacia. Mi autoestima había muerto ahí., y lo peor de todo, no sabía cuánto pesaba.

miércoles, 30 de diciembre de 2009

Me chafaron el contador


Como verán, el contador volvió a empezar de cero. Por alguna razón que desconozco el contador anterior se transformó de unos muy lindos numeritos a un par de propagandas de todo tipo, incluyendo las pornográficas, que debido a una cuestión de seguridad me tomé el trabajo de revisar una por una.
Así que se aranca de cero.

jueves, 24 de diciembre de 2009

Historiografía de la Navidad


Hace tiempo había escrito sobre la historiografía de nuestro benemérito día de los enamorados y de nuestro gran amigo San Valentìn. Ahora, y que ya estamos cubiertos por una blanca navidad, aunque aquí en Tandil está haciendo 30º, sería necesario hacer lo mismo sobre nuestro gran amigo Papá Noel.
Como para empezar la Navidad festeja el nacimiento en Belén de Jesús, aquel que curó todos nuestros pecados, incluso los de aquellos que no habíamos nacido, y en cierto sentido, hasta se podría llegar a de decir que nosotros nacimos con un perdón de garantía, que ya fue utilizado hace tiempo.
Nadie sabía en realidad la fecha de nacimiento de Jesús, así que teniendo un gesto de humanidad, no precisamente de redención ni de sacrificio voluntario, sino de mentira, inventaron que Jesús había nacido el 25 de Diciembre, como han tenido tantos otros gestos de humanidad hasta hoy en día.
En ese momento se podría llegar a decir que la Iglesia era copada y todavía respetaba las culturas paganas y en el año 345 dc se decidió que el día del solsticio de primavera (para el hemisferio norte) fuera el momento del nacimiento de Jesús, momento también en el cual se realizaban los rituales en honor a Saturno (Cronos para los griegos padre de Zeus, Hades y Poseidón) un dios muy importante por aquellos lugares. Mientras que en las comunidades “bárbaras” del norte se realizaba un festejo similar quemando árboles adornado con guirnaldas.
Así que hasta aquí tenemos un primer momento en donde era una fiesta influenciada por la felicidad, ya que aparecía como el nacimiento del redentor, pero que al mismo tiempo requería un gran sacrificio personal y no necesariamente un festejo. Hasta incluso en ciertos fragmentos de la Enciclopedia Católica de 1911 se dice: “No vemos en las Escrituras que nadie haya guardado una fiesta ni celebrado un gran banquete el día de su natalicio. Solo los pecadores (como Faaraon y Herodes) celebraban con gran regocijo el día en que nacieron en este mundo".
¿Cómo llegó a nuestros días la idea de un Señor con un índice de masa corporal muy elevado (decir gordo es discriminatorio) vestido con un traje ajustado, 100% algodón hecho en China, que conduce un carruaje con renos (ciervos o algo parecido) y que tiene en el Polo Norte una ciudad donde esclaviza a miles de pequeños duendes simpaticones vestidos con similar atuendo, pero verde? Ah, me olvidaba y que tiene una bolsa de regalos tan grande que es capaz de llevar sus obsequios hasta los rincones más recónditos de la recóndita tierra.
Varias teorías han intentado dar respuestas a estos interrogantes y nosotros daremos aquí las principales, teniendo en cuenta que ya es sabido que fue una creación de Norteamérica.
Una primera gran versión, de la que estoy completamente en desacuerdo, es aquella que dice que es una invención de la COMUÑE (Confederación de muñecos estadounidenses) que utilizó una leyenda nórdica para generar un aumento en el consumo de juguetes, sobre todo después de la caída de las ventas que acarreo la Segunda Guerra Mundial.
Es impensado creer que el gobierno norteamericano pase por encima de la sociedad protectora de animales, siendo que ella se ha venido quejando de la explotación realizada por Noel de sus renos y por los duendes. Sus dudas acerca de la humanidad de estos pequeños seres hicieron que se amplie el reclamo para con ellos también.
Al mismo tiempo, se le sumó a los reclamos la sociedad protectora de esclavos, uno de los organismos más progresistas de Norteamérica, que ha realizado incansables quejas sobre la explotación de estos duendes. Esta sociedad si los colocaba en la posición de humanoides los que los hacia aparecer como claros objetos de esclavitud. Su propuesta era la de que se buscaran trabajadoras que no fuesen ni animales ni humanos, así que en un primer momento eligieron a los negros para hacer esta actividad, y ya hoy en día eso se hizo extensivo para chinos y latinos.
Otra versión es que dentro de la conflagración conocida como Guerra Fría los EEUU robaron una imagen similar captada por uno de los espías norteamericanos en Siberia. El espía fotografío a un soldado rojo de gran porte (decir gordo es discriminatorio) simil al que conocemos actualmente, pero que en vez de regalos llevaba cuchillos bajo el brazo que los repartía amistosamente entrando por las chimeneas de la congelada Siberia.
Sigilosamente y utilizando el vasto herramental de un buen espía, preguntó: ¿What is this?.
Inmediatamente fue apresado y condenado a reclusión perpetua que duró hasta la caída del muro en 1955. Sí, se cayó el muro del costado de su celda y escapo hacia occidente donde relato sus experiencias.
Una última versión que se ha dado a conocer últimamente es que la CIA creó en los años 50´ la imagen de Santa Claus para ocultar la polémica desatada por los avistamientos de OVNIS. Esto le costó millones de dólares porque para justificar esta locura tuvo que regalar durante años miles de presentes a cada uno de los lugares donde se avistaban ovnis y tuvo que entrenar una serie de “espías noeles” que debían entrar por las chimeneas encendidas.
Luego de los millones gastados y de las quejas de las ART de los espías, ya que el 90% resultaban con quemaduras de grado 3 se decidió suspender el programa.
La CIA dejó de regalar pero la costumbre siguió más que nada por la desilusión de los niños que esperaban año tras año sus regalos, así que sus padres continuaron con el engaño, con el beneplácito de COMUÑE.
No sabemos realmente si estas teorías son verdaderas o falsas. Quizás Papa Noel existe y se cansó de enviar regalos a todos, quizás alguien lo mató pensando que era un delincuente o hasta incluso los duendes influenciados por la teorías marxista lograron la dictadura del duendiario. Difícil será dilucidar este misterio, mientras tanto tendremos que seguir engañando a nuestros niños diciéndoles, que los que nosotros compramos, los regaló en realidad papá noel.
Llegará el día en el que nos revelaremos también nosotros y diremos la verdad. Papa Noel no existe.

jueves, 17 de diciembre de 2009

Regalenmeunteclado


Comoverán,semeharotolabarraespaciadorademiteclado.sinceramenteparaunescritoresdificilimeginarseescribiralgosinlautilizaciondelespacio.esnotable,comolamismanada,aparececomounejearticuladordetodonuestrorelato.
elentersimeanda,ypodriaescribirtodoestoenpequeñas
palabras
cada
una
en
un
espacio
diferente
pareciedo
a
lo
que
pasa
en
el
chat,
peroenrealidadamimegustamaslautilziaciondelabarraespaciadora,ycomonoanda,mejordejodeescribir.

lunes, 30 de noviembre de 2009

Sin senos no hay paraíso


Simplemente un detalle menor. Hace un tiempo había escrito sobre la telenovela "Sin Tetas no hay paraíso", concepto del cual estoy absolutamente a favor, sin ser creyente.
Quiero hacer una pequeña reseña al respecto.
No se cuando realmente escrbí esa entrada, pero quiero decir que esa telenovela está siendo repetida por canal 3 al cuadrado, pero con una censura difícil de soportar.
Parece ser que a los conservadores de Capital, del canal 3 al cuadrado, y los mexicanos dueños del canal 3 al cuadrado el concetpo "Teta" les resulta ofensivo y perjudica la moral. Razón por la cual fue modificado por "Seno".
Me pregunto si las mujeres de estos grandes empresarios se hicieron los senos, las tetas o las lolas.
¿No creen que "Sin lolas no hay paraíso" sería mucho mejor, y estaría perfectamente adecuado a un término muy noventoso? No me digan que "Lolas" no es un término extremandaemten menemista.
Quisiera que algún científico frustrado se ponga a ver y analizar la revista "Gente", "Caras" y "Noticias" (por cierto alguna de esas revistas es del mismo dueño de canal 9 al cuadrado)para ver la cantidad de veces que aparece la palabra "Lolas-lola".
- "Me hice la lolas, porque quería mejorar mi autoestima" (mujer)
- "Le hice las lolas para mejorar mi autoestima" (esposo)
- "Se hizo las lolas para mejorar mi autoestima" (hijo)
Si "Lolas" es un término absoltuamente de la década del noventa, no estaría mal aconsejar a los dueños de canal 3 al cuadrado que inscriban en su programación algún mensaje subliminal del neoliberalismo. Es decir, ya de mensaje explícitos el canal 3 al cuadrado está lleno, algún implícito quizás no le venga mal y aparezca la novedad.
Así, como para ir yendome a dormir, dueños de canal 3 al cuadrado, sin van a censurar "Tetas" por ofensivo, ponganle "lolas" que es un término mucho más acorde a su propia ideología.

PD: Una simple alcaración sobre la foto que puse. Es el capítulo en el que Bart y Lisa juegan al hockey y Homero entra al vestuario para advertirles a los compañeros de Lisa que no le discriminen por ser mujer. Obviamente Homero se la agarró con el "senudo" de Utter, y lo persigue con una toalla mojada al ritmo de "EL niño tiene senos"

viernes, 29 de mayo de 2009

¿Dónde escribir nuestra verdad?



Pensaba en dónde podríamos escribir este tratado como forma de cristalizar nuestras propias ideas y como forma de mostrar nuestra propia verdad.
El primer lugar donde me lo imaginé fue en las paredes de una caverna, como hacían los primeros hombres. Inmediatamente me di cuenta de la imposibilidad de hacerlo, porque lo veía como algo más bien eterno y de difícil corrección. Justamente nuestras ideas se petrificarían y cuando vayamos a leerles nuevamente los ecos de nuestras propias voces pasadas nos ensordecerían hasta enloquecernos.
El segundo lugar donde me imagine que podíamos escribir estas líneas era sobre un gran lago donde cuando da el sol se torna absolutamente azulado y por momentos cristalino.
Pero si bien teníamos un espacio gigante y no escucharíamos nuestros propios ecos eternizados, también tendríamos problemas. Ni bien comenzamos a escribir las primeras líneas se nos borraría todo sin dejar rastros y tendríamos que volver a empezar con el riesgo de olvidar nuestro camino y arrancar de cero cada día temiendo ir siempre para un lugar distinto.
Pensé en la más fácil de todas. Escribámoslo en papel me dije a mí mismo ya medio loco. Hay lugar, perdura, hasta incluso podemos dejar espacios en blanco a medida que escribimos como para colocar algo que nos olvidamos o algo que está por venir. Pero no me convencía. Había algo que fallaba, una incertidumbre.
Y cuando ya estaba empezando a desilusionarme al darme cuenta de que no existía ningún lugar para colocar nuestras propias ideas y me estaba por entregar al papel sin más, se me aparecieron las incertidumbres del documento. Parecía tener todo, se mantenía, se podía cambiar, era fácil de manejar, hasta incluso se podían hacer miles de copias, pero no dejaba que nadie participara de él. Sería nuestro papel privado, como un diario y las ideas que no fuesen nuestras quedarían por fuera, en otras miles hojas separadas sin conexión.
Me dejé trasladar por el viento como si fuese un pequeño granito de arena en el mundo y fui a caer a una gran playa que parecía desolada.
En esa playa supe que ahí mismo teníamos que escribir nuestras ideas, ni muy cerca ni muy lejos de las olas, porque si las dejábamos muy cerca corríamos el riesgo de que todo fuera borrado y nada permanecería; y tampoco muy lejos para no estancarnos como un médano desierto de ideas.
Debíamos escribir justo en el medio para que algunas olas borren algo pero no todo, sólo una parte y así poder volver a empezar ya con una historia atrás y con unas ideas que acompañan esa historia.
Había empezado a escribir mis primeras líneas en total silencio sin que ni el viento ni las olas molestaran y a lo lejos escuche como unos ecos, pero no les di importancia, yo simplemente seguía escribiendo lo que para mí era la verdad. Los ecos se hacían más fuertes y ya cuando comenzaron a retumbar en mis oídos levanté mis ojos y dejé de escribir.
Que fantástica sensación, ¿Cómo explicar lo que veía? Quería escribir y anotarlo todo, pero estaba paralizado, y en vez de seguir escribiendo simplemente me senté debajo de mis líneas, levanté la cabeza y afiné el oído.
No era ningún eco lo que escuchaba ensordecido por mis propias ideas. Me detuve y me concentré escuchando miles de voces distintas que venían hacía mi y cada vez más deprisa.
Cuando me di cuenta las voces sonaban al lado mío fuertemente, algunos se sentaron junto a mí comenzaron a escribir sobre la arena completando lo que yo había puesto al principio, otros borraron partes enteras y las rellenaron con sus ideas. Algunos simplemente pasaban, leían y seguían caminando pero dejaban sus huellas ahí marcadas como símbolo de su paso. Inmediatamente nuevas personas rodeaban esas huellas del pasado escribiendo sus ideas sin animarse a borrarlas, sino que simplemente respetando el pasado pisado.
Yo ya estaba totalmente inmovilizado viendo un enorme ejército que pasaba cerca y se detenía, leía, escribía, algunos seguían dejando sus huellas y otros permanecían escribiendo y se fue armando un gran mosaico sobre la arena de ideas y de huellas.
Alguien me miró y me hizo un gesto. No comprendí a que se refería, así que volvió a insistir ahora con más ahínco. No le hice caso y seguí mirando. Se acercó a mí, me agarró del brazo, me llevó hasta el principio de todas las líneas y me dijo que leyera la primera idea que aparecía.
“No te paralices, escribe o deja tu huella”
Inmediatamente me puse a escribir, al lado de lo que me hicieron leer, la primera idea que se me ocurrió:
“Quizás esa, sea la única verdad”

sábado, 25 de abril de 2009

La sal sale salada (Balá herramienta del imperio)


Aló, aló.
Como si fuese un francés o mejor dicho, como yo supongo que un francés diría hola, porque la verdad que jamás en mi vida hablé con un francés y menos escuchar a alguien decir hola en francés.
Pero no importa, lo interesante es que estoy escribiendo de nuevo y hasta por momentos me siento muy brillante. Lamentablemente, en los mismos momentos en los que me siento muy brillante me siento muy mentiroso también, así que realmente no se con cual de los dos sentimientos quedarme.
Por las dudas y como para no meterme en ningún lío de doble personalidad me quedo simplemente en que no siento nada y punto.
Así que con este espíritu, nunca mejor dicho, de nada, un sábado a la noche aún teniendo resaca del día anterior me pongo a escribir sin saber todavía qué. Esperemos que mientras sigo escribiendo se me ocurra algo interesante por que sino me voy a aburrir yo y voy a aburrir al resto.
Como no se me está ocurriendo nada, voy a hacer un ejercicio mental que es decir lo primero que se me salga de la mente. Y para infortunio para ustedes lo primero que apareció es la sal.
No pregunten porqué, a mi la sal mucho no me copa, pero está en mi cabeza ahora mismo.
Pero seamos más precisos. Sales hay muchas, con distinto grado de sodio, de distintas marcas, de distintos tamaños y me imagino que de distintos precios. Pero sólo me lo imagino, porque ¿alguien alguna vez se preguntó cuanto sale la sal?, ¿hubo en la historia de la humanidad alguien que comprara sal porque era más barata que otra?, ¿alguien certeramente puede decirme el precio de un kilo de sal? (Moreno, amo y dueño del INDEC, no es necesario que me lo digas vos, nadie te va a creer)
Esas preguntas son muy fuertes, porque estoy seguro de que nadie sabe cuanto sale la sal.
Sin tener datos al respecto una primera aproximación al precio de la sal, y anticipo que es un chiste malo pero es lo primero que se me ocurrió, me indica que la sal sale salada. Yo todo el tiempo escucho que la sal esta salada, que sale salada y que no sé que más. Y si está salada, porqué la siguen comprando. La gente es tonta, porque aparte de que la sal está salada hace mal.
Hasta me imagino que alguien debe tener un galpón lleno de sal acaparando sal, para que la sal salga cada vez más salada. Y…? Moreno, ¿Qué onda? No te das cuenta que la sal está salada. No vas a hacer nada o nos vas a seguir mintiendo?
Si mal no recuerdo alguien que no me sale el nombre decía ¿Qué gusto tiene la sal? Y todo el mundo respondía: SALADA!!!!
Es obvio que este personaje flequillesco forma parte de un elemento del gobierno para engañar a la plebe cambiando un par de sinónimos por otros para modificar el significado gramatical de la pregunta y, en definitiva, para ocultar la verdadera pregunta que resuelve el misterio.
¿Cuánto sale la sal? , Salada!!!!!!!

Creo que en vez de escribir estas giladas debería ir más a el supermercado.

PD: esto no debe hacerse, porque el ideal del escritor es que se imagine su texto para que sea entendido por su objetivo literario. En mi caso, mi objetivo literario es la mayor cantidad de gente posible, así que yo tendría que construir mi relato pensando en que tienen que entender todos. Como no estoy seguro de que mi desarrollo gramatical sea entendido por todos, explico a manera simple el chiste de la sal sale salada. Algo salado es algo caro. Salado es un adjetivo calificativo no sólo de la propiedad de la sal, sino que también de caro económicamente. Salado = caro = mucho costo = mucha guita = estafa pecuniaria.

lunes, 20 de abril de 2009

Todas las noches


Lo que sigue es un pequeño cuento que se me ocurrió caminando por baires y lo siguiente es una más de mis tantas locuras...

Todas las noches en las horrendas veredas de Buenos Aires, magulladas y en eterna reparación, miles de contradicciones se entremezclan entre los autos de lujo y la basura, entre lo celulares y los gritos, entre el “progreso” y el “abandono”, entre el “bien” y el “mal”.
Cada calle, cada esquina, cada puerta se convierte en un campo de batalla donde las bajas no se cuentan, pero se sienten, donde la dignidad deja de ser un valor personal para convertirse simplemente en un valor material que ilumina y enceguece al mismo tiempo. La misma contradicción una y otra vez que se repite en cada uno de los encuentros.

Un mercedes, vidrios polarizados, y con los neumáticos recién lustrados dobla la esquina, mientras que la columna de espectadores no lo deja de mirar. Saben en su interior que la única forma de apreciar tanta “belleza” es juntándose todos los días en esa esquina y tan sólo mirarlo e imaginarse ellos adentro conduciendo, escuchando algo de música y quizás también pudiendo estacionar en un auto-Mac y comerse una hamburguesa que no sea de la basura..
Pero sólo es un segundo, la ilusión termina pronto y vuelven a ensuciarse las manos buscando los resabios de alguna pizza, alguna botella o algún diario.
Sin que se lo esperen el mercerdes estaciona justo delante de ellos, enrojeciendo sus rostros con las luces de estacionamiento. Por un momento se notaron sus arrugas, sus laceraciones que la vida al intemperie les produjo. Sus canas brillaron más que nunca, aunque apenas llegaban a los cuarenta.
Pero la oscuridad los volvió a la normalidad, y sus rostros nuevamente parecían jóvenes y relucientes, aunque tan sólo fuese en la oscuridad.
La puerta se abrió y una vez más se dan vuelta, intentando descubrir lo que hay dentro estirando el cuello lo más posible. No logran ver nada, ya que el conductor, quizás algo asustado por la presencia de extraños cierra rápidamente la puerta.
Una vez más la ilusión se corta. Ni siquiera pueden saber como es el interior como para imaginárselo mejor.
El conductor rápidamente se dirige hacia la puerta de su casa sin siquiera mirarlos. En ese momento un joven, totalmente ennegrecido por la suciedad y quizás algo ingenuo le dice: “No tené´ una moneda don”
El conductor escuchando lo que le dijeron se da vuelta y los mira como preanunciando un aviso. Los hombres esperan, también algo ingenuos, alguna ayuda. Comienza a mover los labios, pero no dice nada, parecía resignado. Toma aire una vez más y dice: “Pónganse a laburar, vagos de mierda” y cerró abruptamente la puerta.
Los hombres se quedan pensando, pero sólo un instante, y vuelven a ensuciarse las manos.



La dignidad, y no de manera casual, cambia de significado, alejándose de las definiciones de antaño en donde hacía referencia mucho más a lo que uno era, a lo que uno siente, a lo que uno piensa de sí. Uno era digno cuando se veía a sí mismo y cuando pensaba en repetir cada uno de los actos hechos hasta ahora si le dieran la oportunidad de vivir nuevamente.
Ahora, la dignidad ya no la define uno, ya no se define a si misma, sino que la dignidad es un valor que el resto otorga. Sólo se es digno cuando el resto lo piensa así.
Ahora bien, si la dignidad la determina el resto, la única forma de “a-parecer” digno es mostrarse y uno sólo se muestra por lo que tiene. No puede mostrarse bueno, no puede mostrarse como inteligente, porque no existe ninguna forma de conocer esas cualidades en cada uno, uno las puede sospechar, las puede intuir, pero nunca conocer.
El resto mira, observa, analiza y ve lo material, lo superficial en cierto sentido. Lo que está encima, no importa que haya en el interior, como no lo puedo saber, me relajo viendo-juzgando por lo de afuera.
Si veo “mucho y bueno”, debe tener mucho “más y mejor”, así que mi juicio es:“dignidad”. Lamentablemente desde ya hace un tiempo se es por lo que se tiene, y no se tiene por lo que se es. Si la dignidad es lo que se tiene, cuanto más tengo más digno soy, y con esta lógica se entra en un frenesí de pretender tener más para ser más. Esta locura es una herramienta más que le sirve al sistema para que se generen atrocidades tales como que las que “un perro de un rico coma mejor que el hijo de un pobre” (gracias Castells por la frase). Más, más, más y más... garantía de la dignidad, no importa cuanto... siempre más.
Y pensaba nuevamente en estas veredas asoladas por agujeros, cintas, tablones, baldosas sueltas, y carteles de reparación, y en todas las contradicciones que a diario salen a la luz. Me preguntaba quien era más digno y que es lo que realmente determina la dignidad. Utilizando la definición habitual es mucho más digno el gran empresario que estaciona su Mercedes Benz en Barrio Parque, y que cuando ve a un cartonero no atina a darle una moneda sino a increparlo y gritarle: “anda laburar vago de mierda”, que un simple cartonero todo sucio y que apenas sobrevive.
El “hombre de bien” con dinero, casa, pileta y las mujeres que quiera, debe ser un tipo muy digno y un verdadero ejemplo. En cambio ese cartonero, vago, sin guita, con casa de chapas y charcos en las puertas, con su esposa y sus siete hijas, es un verdadero indigno, un mal ejemplo, incluso hasta se puede llegar a pensar en eliminarlo, si total quien se va a acordar de ese harapo viviente
Ahora bien, basta de fascismo, cambiemos de dignidad, vamos a la que me interesa a mi, a la dignidad que uno construye, no la que los demás nos dicen.
Pienso en el “hombre de bien”, quizás logró todo lo que tiene trabajando arduamente, de sol a sol, todo el día sin parar, etc, etc, etc, pero difícilmente uno haya llegado a esa situación sin saltar por sobre los demás. No pretendo ser resentido, porque yo realmente no quiero ser ese “hombre de bien”, pero la riqueza de unos se hace sobre la pobreza de otros. El dinero no es un bien infinito, y lo que tiene uno no lo tiene el otro. ¿Qué dignidad puede tener un gran empresario (empresas-pileta-casa-minas) que logró todo eso a costa de sus empleados? ¿Cómo llegar a tener mucho dinero si no es pagando menos de lo que los empleados se merecen? ¿qué clase de hombre es aquel que al ver a un cartonero le grita vago de mierda? ¿Qué tipo de dignidad es aquella que avala todas estas prácticas? Obviamente, una muy aceptada. Este tipo es una basura, un mal ejemplo, y sin embargo es un “buen ejemplo” (contradicción). A muchos les gustaría ser como el, es decir, tener lo que él tiene. No importa si es bueno, si es inteligente, si simpático, en definitiva no importa si es... solo importa si tiene. Quiero ser como el tipo que vive en la esquina de mi casa que está lleno de plata, no importa nada más.
Ahora vayamos con el “mal ejemplo, ese cartonero vago, que no le gusta trabajar ni estudiar... vaya elemento social.” Sin ser cartonero, es muy difícil poder imaginarse la infinita cantidad de sufrimientos que debe atravesar todos los días, durante toda su vida, pero una idea uno se puede hacer.
Pienso en todo lo que tiene que hacer para poder comer... se levanta muy temprano, sin importar si hace frío, calor, si llueve o nieva, camina un montón de cuadras para tomarse un tren que apenas se mueve y que no se cae porque van tan apretados que se genera un efecto presión que impide el movimiento dentro del vagón. Llega a capital, tiene que empezar a revolver en la basura para encontrar algo, mientras las grandes señoras les gritan cosas y los insultan porque ensucian sus lucientes veredas. Incrustan sus manos en las bolsas con la esperanza que no se lastimen y no se contagien ninguna enfermedad, caminan cuadras y cuadras cargados con papeles, botellas, mugre y que se yo que más. Vuelven después de 14 horas a su casa con la noticia de que fue un excelente día: “hoy junte como nunca había juntado antes... traje 10 pesos negra” y ese es el día, una tras otro, sin feriados, ni vacaciones ni nada, y a este tipo le dicen vago e indigno.
Algo debe estar funcionando mal, o muy bien...

La Fe y al infierno


-Imagen Guaraní del Infierno-

He vuelto. Eso no significa en ningún sentido que haya escrito de nuevo, sino que por el contrario encontré un par de textos escritos hace algún tiempo que parecen bastante piolas...
Quizás muchos me acusen de malgastar el tiempo de mis vacaciones, pero hoy, en realidad recién, mientras leía un libro al sol se me ocurrió pensar en un par de cuestiones, más bien poco interesante para ser Jueves 14hs, pero que alguna vez a alguien también se le debe haber ocurrido en momentos más encantadores. Pensaba en Dios, en la perfección, y en definitiva en el castigo-infierno.
Se que para muchos es muy difícil poder imaginarse la existencia de Dios (me incluyo en ese bando), pero la fantasía, lo mítico y la Fe suelen tener bastantes puntos en común, lo que simplifica el asunto.
Cuando hablo de la existencia de Dios, no hablo de la simpleza del Dios-carne, “humano”, consistente y cosificado, sino que planteo la idea de Dios, el “algo”, superior, ajeno a lo material-terrenal.
Si somos capaces de imaginarnos esto, no nos será tan difícil imaginar que este “Dios” es perfecto, omnipresente, todo lo sabe, todo lo ve, et,etc,etc,etc… un verdadero grosso.
Ahora bien, si podemos imaginar la “existencia” de Dios y podemos imaginar que es perfecto, no nos costará mucho más imaginarnos que ese Dios perfecto es el que el Cristianismo alega como suyo propio, y si podemos imaginarnos todo esto, tampoco será difícil pensar que lo que la “Iglesia” nos dice es lo que dice Dios sobre lo que debe decir la Iglesia.
Con eso me alcanza, basta de imaginar, ahora pensemos.
El eje desde donde se estructuran todas estas para mi imaginaciones (porque no soy creyente), es la Fe que aparece como la conciencia objetiva de algo enteramente subjetivo. Es la forma de “conocer” algo improbable, no por su falta de pruebas, sino por su incapacidad de ser factible de cognoscibilidad. Las propias características que se le dan a la “existencia” de Dios, a-temporal, conocedor de la verdad, omnipresente, hacen que sea imposible conocerlo.
Esta dificultad no es insalvable para el humano, cuya principal característica es intentar explicar aquello que no se puede. Algo hay que buscar, se dijo una vez alguien, porque una religión con un Dios que no se puede conocer, no tendría mucho éxito. “Creemos” una forma de lograr que aquello que es enteramente subjetivo se convierta en objetivo, hagamos presente lo ausente, hagamos lo creado creador.
¿Porqué digo objetiva? Lo que genera la Fe es tener las certezas de que Dios realmente existe, que después de la muerte hay otro etapa, y que es cuestión de seguir los mandatos revelados por Dios para obtener la vida eterna. Realmente el creyente está absolutamente convencido de la existencia de Dios, del mismo modo que está convencido que la revolución de Mayo fue en 1810 o que para calentar un café hay que dejarlo 30 segundo en el microondas. ¿Porqué digo subjetivo? Porque hace referencia a algo enteramente pensado a partir de la individualidad humana, y que seguramente genera tantas imágenes de Dios como personas lo piensan. La imagen de Dios es algo enteramente individual y “creado” a partir de esa individualidad.
Pero ¿porqué “crear” a Dios, por qué creer en él?, ¿Qué nos da?
Nos da aquello que el hombre más necesita y menos tiene, certezas.
¿Qué pasa con nuestra muerte? ¿Qué pasa con la muerte de los demás? ¿Qué será de nosotros? ¿Para qué vivir si todo se termina acá?
Dios logra que todas esas preguntas, sólo se las hagan aquellos que no creen en su existencia. Aquellos que desafortunadamente vivirán con la peor certeza de todas, aquella que dice que vos te vas a morir, y nada va a pasar después. E incluso mucho peor, volvamos a imaginar la existencia de Dios.
No estoy seguro de esto, pero creo que Dios castigará a todos aquellos infieles que no creen en él, es decir que encima de que tenés una vida miserable por no tener más certezas que la que vas a desaparecer, viene éste y te manda al infierno por toda la eternidad por el simple hecho de no creer en él. No está bien eso. Siempre es mucho más difícil ser ateo que creer en Dios. Dios reconforta, alivia, despreocupa, y en última instancia hace que no te muevas, que te quedés con tu certeza, que no preguntes, que no dudes “Dios reconforta, pero paraliza”. Incluso la duda sobre la existencia de Dios, es algo mal visto en la religión. Por el contrario, aquellos que no creen, viven preguntando, buscan, “investigan”, intentan explicar, dudan de todas las supuestas certezas, se mueven.
Y ahora yo me pregunto ¿porqué favorecer con el paraíso a aquellas personas paralizadas por la verdad de Dios, y hasta casi haraganes al no dudar ni siquiera de su existencia? ¿Porqué castigar a los que nos movemos, a los que intentamos dudar de todo lo que nos dicen, a los que en definitiva avanzamos?
Yo si fuese Dios, estaría más que contento con mi creación si mis “creados” dudasen de mi propia existencia, y se preguntaran y buscaran la verdadera verdad.
Pero soy una simple creación.