viernes, 28 de marzo de 2008

La cebolla, el llanto y la destrucción del universo


Todos aquellos que nos dedicamos al arte culinario (cocinar) hemos sufrido una y otra vez el maléfico hechizo lacrimógeno de las cebollas, hemos sido víctimas del miembro más conocido de las Alliaceas, y hemos gastado miles de servilletas de papel no para limpiar la tabla, sino para secarnos los ojos de tanta tristeza.
Según la ciencia, esa rama de la mitología que se cree que tiene la razón en todo, las cebollas contienen trans-(+)-S-(1-propenil)-L-cisteina sulfóxido, una molécula que es inodora. Cuando cortas la cebolla, produces roturas celulares que permiten a un enzima llamada alinasa entrar en contacto con el trans-(+)-S-(1-propenil)-L-cisteina sulfóxido, produciendo, piruvato, amoniaco y syn-propanotial-S-óxido. Esta última molécula es la responsable de la irritación ocular y del lagrimeo.
No se sabe con certeza porqué este propanotil es lacrimógeno, pero se cree es debido a que en contacto con el agua se descompone dando popanal, ácido sufúrico y ácido sulfhídrico. Posiblemente es el ácido sulfúrico, un ácido muy fuerte, el que daña la membrana conjuntival produciendo el lagrimeo.
Ok... suficiente por hoy... alguien entendió eso. ¿Es necesaria tanta química, tanta física, tanta MENTIRA, para explicar el llanto que provoca la cebolla? ¿Acaso las nuevas ciencias, la psicología, la sociología, la economía, la teoría de los juegos no pueden utilizarse para dar con la explicación racional del llanto provocado por la cebolla? A mi modo de ver, es claro que sí.
Comencemos a desandar el camino del poder lacrimógeno pelando una cebolla.
La unidad dentro de los seres vivos es un valor de esencial sabiduría, sin ella y sin el valor de la homeostasis (equilibrio entre el interior y el exterior) la vida no podría llevarse a cabo.
El humano, tan perfecto que es (cuak) instintivamente tiene cierto rechazo a la bifurcación de los elementos y a raíz de este fenómeno, es que lo anhelamos y nos entristecemos de sobremanera, cuando cortamos una cebolla.
Ella entera, representante de la perfección de la naturaleza y nosotros víctimas atroces de una gula desesperante, de un acto injusto perpetrado por el mismo diablo, que nos somete a un terrible dilema: la destrucción de las mismísima perfección, la destrucción de la vida, o la realización de una salsa a la bolognesa letalmente rica.
Nuestro cuerpo y nuestra mente, ya débiles de tanto pelar, se inclina por la atrocidad, por el genocidio, y corta la cebolla a la mitad... pero nada de inmutarse. El mismo acto genera una tristeza desesperante, un anhelo de perdón que destruye nuestras pupilas rompiendo las aguas del mar, y canalizando todo en un sinfín de lágrimas de perdón y de disculpas. Y cada cuchillazo letal para la cebolla, es una daga que se inserta en nuestro corazón, que destruye lo poco de dignidad que queda, y que termina por matar nuestro espíritu de unidad.
Incluso, aún después de acabada la faena letal, nuestro remordimiento continúa y nuestros ojos continúan deshollinando pecados. Y el sufrimiento parece eterno, y muchas veces la culpa se traslada a terceros al momento de la hoguera. La unidad ha sido perdida, pero por si fuera poco, tenemos una necesidad de freírla, de quemarla post-muerta, como un acto de cremación, como un adiós al paraíso de las cebollas. Y ahí... ya todos con la pena en sus corazones también comienzan a llorar, hasta que alguna alma piadosa decide abrir la ventana o prender el extractor, como si sirviera de confesionario y Dios mismo nos perdonase.
Alguien mi dirá, con intenciones maléficas, que cuando uno corta una manzana no llora ni siente tristeza, pero esa alegación no es del todo cierta. Acaso no nos lamentamos cuando veíamos cortar manzanas en lo del ruso sofovich, no llorábamos al ver tan deprimente espectáculo. ¿Cuánto puntos de Rating metió el ruso en sus programas cuando cortaba la manzana? El fiasco de sus programas, no se debe tanto a lo trucho, chabacano, y trillado, de sus chistes, chicas, bailes, juegos, y premios, sino del pavor que genera las desunión de los elementos, el anhelo de unidad es más fuerte que la creatividad del ruso (cuak).
Quizás siga habiendo gente que a pesar de esto siga creyendo en los ácidos, el agua, y no se que químico, pero son simples aduladores de Mefistófeles disfrazado de razón. Yo voy a seguir lamentándome cada vez que pelo una cebolla y cada vez que destruyo el universo mismo.


miércoles, 26 de marzo de 2008

Homenaje al cuento mas corto del mundo


Thomas Bailey Aldrich
Una mujer está sentada sola en una casa. Sabe que no hay nadie más en el mundo: todos los otros seres han muerto. Golpean a la puerta.
FIN


A continuación, y a modo de homenaje está el final que le día a esa maravillosa propuesta literaria, que si mal no recuerdo es de 1904, o algo así. Espero que nuestro amigo Aldrich no se enoje demasiado.

Se exalta. Parece no comprender lo que sucede.
Se levanta de su silla muy lentamente, pensando bien en lo que va a hacer y se dirige a la puerta. Sus manos tiemblan, una gota de sudor frío recorre su frente. Ya no pestañea, no hay tiempo para eso.
Gira el picaporte, y abre de golpe la puerta. No hay nada. Mira para los costados, no ve nada, sólo eternidad.
“¿Estaré loca?,” se pregunta mirando al cielo.
“Que sentido tendría estar loca. Soy la única” y vuelve a sentarse.
Otra vez suena la puerta. Esta vez más fuerte, como perdiendo la paciencia. Se levanta agitada, sale corriendo y, ya sin dudar, abre la puerta. No hay nada.
Mira, observa, inspecciona. Se da por vencida.
Decide sentarse de nuevo. Al girar sobre su propio eje ve unas huellas en el piso.
Comienza a caminar instintivamente, siguiéndolas.
A lo lejos comienza a ver “algo”. Estaba muy lejos para saber que es.
Sigue caminando y poco a poco esa cosa comienza a transformarse hasta convertirse en una especie de habitación con una puerta.
Se acerca a ella. Está justo parada enfrente.
Pestañea. Golpea la puerta. Se despierta agitada oyendo golpear la puerta. Sale corriendo para abrirla. Sólo hay huellas.

martes, 25 de marzo de 2008

Escapes Pascuales


Luego de una breve desaparición de los campos de juego, y más que nada vinculado a cuestiones personales, vuelvo al blog, no creo que con más fuerza ni creatividad, pero vuelvo al fin. Y hablaremos, con cierto letargo como se ve, sobre nuestra querida fiesta patria: la pascua...
Haciendo un poco de historia (más bien fábula, cuento, mito, y todo lo no-vinculado con la historia) la Pascua se celebra en conmemoración del escape del pueblo elegido (elegido por muchos) del hostigamiento de nuestros grandes amigos los faraones egipcios. Aquella gran historia en donde Dios castiga con siete plagas al pueblo de egipto y con una al resto del mundo para siempre... Moisés..., que luego de ver una planta parlante en el Monte Sinaí (que planta se debería haber fumado el) guío al pueblo elegido para escarpar de los egipcios atravesando, previa división de las aguas, el Mar Rojo.
Esta versión es la judía, ahora vayamos con una no menos fantástica, la cristiana. Que en realidad no cambia demasiado, porque Jesús, hijo de Dios mismo, resucitó luego de tres días un domingo de pascuas hebrea. De ahí en más es que se re-significa la fiesta de la Pascua transformándose no ya en un escape glorioso de egipto a la tierra prometida, sino que ahora es una escape de la tierra prometida al cielo prometido. Demasiadas promesas.
Esta interminable lista de escapes, ya que Moisés también se había escapado de sus padres adoptivos, previo surf por las costas del Nilo en una cesta homónima, ha continuado una y otra vez repetida interminables veces, aunque nadie se de cuenta.
A manera de homenaje encubierto o de simple repetición de la historia, todo el mundo escapa de sus miserables vidas tratando de encontrar en lugares distantes un alivio a su sufrimiento. Así que, como todos estamos formados a semejanza de Dios, hacemos las mismas cosas, pensamos de la misma manera, y nos vamos a los mismos lugares de vacaciones en Semana Santa. Todos nos vamos a Tandil, a Mar del Plata, a Córdoba a Merlo, consiguiendo que estos lugares maravillosos se vuelvan las misma mierda de donde vienen los turistas. Es decir, todo el mundo se escapa de lugares oscurantistas, deprimentes, lúgubres para llegar a lugares extraordinarios, lo cual genera que estos lugares maravillosos se vuelvan igual o más deprimentes que los lugares de origen.
Quizás, el hijo de Dios no vino a salvarnos del Pecado Original, sino que tan sólo vino a salvar la mentalidad, más bien estúpida del turista.

lunes, 10 de marzo de 2008

¡Riad, raid y reid!

Autor: Anónimo
Título: "El arbol de la vida"
Fecha: 730 d.c.
Material: Mosaico

Telam: raid delictivo de payaso viciado termina en escándalo en Riad.

Riad. Este mediodía fue finalmente apresado en la Capital de Arabia Saudita el supuesto autor del robo al Museo Nacional de Arte de ese país Árabe. Las fuentes oficiales han mantenido un hermético silencio preservando la integridad y la dignidad del reo, aunque nuestros periodistas han podio rastrear la cronología exacta desde el momento del robo gracias a una fuente cercana al Ministro de Justicia.

El Jueves último, luego de ser evadida la seguridad del Museo Nacional de Arte, se sustrajo de su interior la famosa pintura de “El árbol de la vida” que había sido trasladada desde Museo Al-Mafiar de Jericó (Israel), como símbolo de paz entre Israel y el Mundo Arabe.
La policía científica de Riad, a pesar de contar con los últimos recursos tecnológicos en materia de criminología, no pudo encontrar un sólo rastro del culpable. Las cámaras de seguridad sólo obtuvieron una imagen borrosa del sospechoso, que luego de ser filtradas y analizadas, desprendieron increíblemente la imagen de un payaso (mediático).
La policía barajaba hasta esta mañana una lista innumerable de posibles sospechosos, que iban desde grandes ladrones de cuadros, pasando por vendedores de consuelos falsos y terminando en expendedores de panchos del once. En esta lista no figuraba ningún payaso, lo que hacía pensar a la policía que el sospechoso era un amateur en el “arte del robo.”

El escándalo

Luego de haber vendido la obra por un monto total de 2 millones de dólares australianos, el ladrón, que ya se había quitado el disfraz de payaso, cometió su primer gran error. Este joven comenzó a despilfarrar sus manchados dólares, sin tener en cuenta que la policía, dañada en su orgullo, iba a organizar un rastreo sobre gastos desmedidos en todo el país.
Luego de haber dilapidado su pequeña fortuna, y quedándole tan sólo unos dólares, decidió recurrir a la actividad más vieja del mundo, no para recuperar parte de su dinero, sino para terminar de acabar de una vez... toda su hacienda.
El sospechoso, de nombre Farûq, que en árabe significa aquel que sabe identificar los verdadero de lo falso, cayo inmediatamente bajo los encantos de la joven Jaslaf en un burdel del centro de Riad. Ya a esta altura la policía había organizado un operativo cerrojo para detener al joven, pero todavía necesitaban una última prueba para que se activara.
Farûq y Jaslaf ingresaron al aposento amoroso y comenzaron los rituales típicos de una contratación a medio tiempo de no más de $20. Enceguecido por la belleza de Jaslaf y rompiendo parte del contrato, Farûq, comenzó a excederse con los movimientos de sus manos. Luego de unos instantes de ardorosa pasión, el payaso viciado exclamó con sublime sorpresa:
“Por Alá!!!!... maldito árbol de la vida que brota de la ingle de esta muchacha ”
Fué en ese momento que la policía tuvo la señal que necesitaba para inculpar al payaso viciado.

Etimología del error.

A simple vista, no parece haber razones por las cuales Farûq allá confesado inconscientemente su robo, aunque una vez analizados todos los detalles se devela el misterio de la expresión. Resultó ser que la joven Jaslaf, cuyo nombre en árabe significa “aquel que cambió”, no era tan mujer como pensó en un principio. He aquí su segundo GRAN ERROR.

sábado, 8 de marzo de 2008

Platón y el oso teddy


Estaba leyendo el otro día sobre la alegoría de la caverna de platón, aquella donde las personas permanecían atadas y a oscuras viendo simplemente las sombras que pasaban detrás de una gran fogata.
El pupilo de aquel filósofo que increíblemente fue leído por nuestro querido Carlos Menem (Sócrates nunca escribió nada) utiliza este simbolismo como una manera de explicar la incapacidad que tenemos los hombres de ver las cosas tal cual son. En su relato una persona salía de la caverna y comenzaba a ver las “cosas en sí”, utilizando todos sus sentidos para ver el mundo como realmente era. Luego de saciarse del mundo real, volvía a la caverna y les explicaba a todos sus compañeros oscurantistas de las cosas maravillosas que habían encontrado en el exterior. Como era de esperar nadie le cree y comienzan a llamarlo loco, por intentar explicar cosas que nadie entiende.
Luego de leerla y analizarla, y de por fin darme cuenta que estaba re al pedo, comencé a buscar posibles conexiones con nuestra realidad, con nuestra vida misma. Y la verdad que no se me ocurría nada vinculado específicamente a esos dos mundos planteados por Platón, hasta que vino a mi mente, de manera algo casual y azarosa, una imagen más bien poderosa y ajena a mi propio contexto.
Me imaginaba, como Platón lo hacía, que todos nosotros estábamos dentro de esa gran caverna viendo simplemente las sombras y los reflejos de las cosas, hasta que alguien fue liberado de esa prisión fosca y trajo la luz a nuestros ojos. Me figuraba a nuestro gran amigo el ruso Sofovich saliendo de la caverna y buscando aquel elemento que nos liberara, que generara en nosotros un espíritu de rebeldía capaz de romper nuestros grilletes y escapar por siempre de nuestra principal debilidad, aquella que nos impide conocer las cosas como realmente son.
El hombre proveniente del país de los zares camina fuera de la cueva y comienza a descubrir, a ver el mundo y a conocer hasta el punto de saber todo de absolutamente todo, y es en ese mismo momento cuando se platea su principal duda existencial.
Oh Señor mío!, ¿que maravillosa ciencia debería llevar a la caverna para que finalmente seamos libres?
“Será acaso la verdad, la justicia misma, la capacidad de prever el futuro, la eterna juventud o la belleza de Pamela David. Guíame Señor, envíame una señal.”
Y en ese momento una luz surco el cielo destronando con su luz al mismísimo sol y haciéndolo aparecer como una simple luz de árbol de navidad. Y esta destellante luz no sólo iluminó al universo todo, sino que algunos rayos cayeron directamente en los pensamientos de nuestro ruso favorito, sin contar a todos los rusos que realmente me caen bien. Y si… la señal había llegado finalmente y tomó ese elemento que salvaría la caverna.
Llega a la caverna y comienza a mostrarles a todos esa bestia animada llamada “Oso Teddy”. Como Platón lo anticipó todos rieron de él y nadie se lo quiso aceptar ni de regalado y la sociedad oscurantista lo dio inmediatamente por loco. El ruso se desilusionó enormemente, pero como buen personaje del espectáculo siguió saliendo de la caverna para buscar aquel elemento liberador, pero aún no consiguió más que reciclar obras baratas de minas en pelotas que ni saben bailar. Quizás, nosotros en la caverna no entendamos nada de la verdad, pero ese oso garca, quizás haya sido demasiado.
Lamento haber traído esta pequeña historia. Sé que es una imagen muy fuerte para recordar, pero hay que conocer la historia para que no se repita… NUNCA

miércoles, 5 de marzo de 2008

El cielo cristiano


"Este cacique y señor anduvo simpre huyendo de los cristianos desde que llegaron a aquellas isla de Cuba, como quién los conocía, y defendíase cuando los topaba, y al fin lo prendieron. Y sólo porque huía de gente tan inicua y cruel, y se defendía de quién lo quería matar y oprimir hasta la muerte a sí y a toda su gente y generación, lo hobieron vivo de quemar. Atado al palo decíale un Religioso de Sant Francisco, sancto varón que allí estaba,, algunas cosas de Dios y de nuestra Fe, el cual nunca las había jamás oído, lo que podía bastar aquel poquillo tiempo que los verdugos le daban, y que si quería creer aquello que le decía, que iría al cielo, donde había gloria y eterno descanso, y, si no, que había de ir al infierno a padecer perpetuos tormentos y penas. Él, pensando un poco, preguntó al religioso si iban cristianos al cielo. El religioso le respondió que sí, pero que iban los que eran buenos. Dijo luego el cacique sin más pensar que no quería él ir allá sino al infierno, por no estar donde estuviesen y por no ver tan cruel gente. Esta es la fama y honra que Dios y nuestra fe ha ganado con los cristianos que han ido a las indias"

Este pequeño realato, lo escribe el Obispo de Chiapas, Bartolomé de las Casas en su libro "Brevísima relación de la destrucción de las Indias" de 1541, y estaba dirigida al Rey Felipe II, advirtiéndole sobre los males que atravesaban las indias. Después de 450 años es claro que no le hicieorn mucho caso.

El cacique se llamaba Hatuey y había escapado de la isla "La Española" (Haití) en el 1511, luego de que los quemaran en la hoguera, masacraran y esclavizaran a su familia y a sus compañeros de aldea. Fue también empalado y quemado vivo, por la simple razón de ser un salvaje, aunque viendo el relato no lo parece tanto.

martes, 4 de marzo de 2008

Lo bueno, lo bello, lo facil.


Otra vez, y sin ser repetitivo la belleza asoma en mi mente, no ya referida a cuestiones materiales propias de la escasez sino a cuestiones netamente moralistas, ahincadas en lo más hondo de la ética nicomaquea de Aristóteles.
Escuché de un transeúnte, mientras ojeaba una revista Maxim del costado de un kiosco, la siguiente frase, que no hizo más que incentivar mi pensamiento: “Lo que importa es lo de adentro” Es una frase bastante trillada, bastante aceptada y bastante tonta. ¿Porqué importa lo de adentro?. ¿Qué acaso la belleza interior es más importante que la exterior?.
Habitualmente, y planteando una teoría bastante criticada, se dice que lo difícil de conseguir es lo mejor, lo más sublime, lo más respetable. Por mi lado no voy a discutir esta teoría, ya que si no, no me cerraría el argumento.
Ahora bien, ¿Qué es más difícil, ser bueno interiormente o ser bueno exteriormente (bello)?
La respuesta es bastante clara para la gente normal y común, pero para mi, que no soy normal por no decir a-normal, no lo es. Creo y con justificación que la belleza exterior es mucho más difícil de conseguir que la interior.
La belleza exterior se consigue a través de dos mecanismos bien distintos, uno directamente vinculado a nuestra propia actitud y esfuerzo y el otro todo lo contrario.
Tengamos en cuenta que lo que nosotros entendemos por belleza, es una construcción social que viene resignificándose desde siempre, pero para no complicar las cosas lo trataré con el concepto de belleza que tenemos ahora de 90-60-90 para la mujer y las medidas que no tengo idea para el hombre.
Nosotros podemos ser bellos primero por legatario, es decir, genéticamente beneficiados por el aporte de las gónadas de nuestros padres. Siempre es de una ayuda fundamental los rasgos de nuestros padres, transferidos a nuestro ácido desoxirribonucleico (ADN). Esto no depende de nosotros, y tampoco se puede cambiar, lo que vendría a ser una especie de variable constante en la medición de nuestra belleza exterior.
La otra manera depende enteramente de nuestro esfuerzo, y esta vinculada al ejercicio, a la buena alimentación, a la preparación mental y al relajamiento, al esparcimiento. Días enteros de sacrificios comiendo verduritas, haciendo flexiones de brazos, trotando, haciendo pesas, yoga, tai chi, evitando el stress, los vicios, las atracos (no de bancos), las fiestas y las jaranes, tomando sopas, depilándose, afeitándose, manteniendo bien el cabello, asándose bajo el calor insoportable para tener la tez más oscura, poniéndose ungüentos en la piel para que no se arrugue, y lo más difícil de conseguir de todo: evitar envejecer.
Obviamente, después de esta pequeñisima lista de tareas a realizar, ser lindos exteriormente representa demasiados sacrificios, muchos más si uno tiene la desventaja natural de no ser muy favorecido genéticamente por tus padres, como es mi caso.
En cambio, ser lindo interiormente, ser bueno, aparecer ante la gente como una persona a imitar, es muy fácil. Es cuestión de guita. Compras un par de periodistas, un par de medios, algunos cuantos amigos para que hablen bien de vos y ya esta. Preguntale a Tinelli sino.
.

lunes, 3 de marzo de 2008

Los mass-media, las redes de información y los porteros


Salí de mi casa hoy bien temprano, con los ojos todavía achinados y retorciéndome como pez en balde, y contemplé el maravilloso efecto de la comunicación en tiempo real. No por haberme cruzado con un cyber, ni por ver en vivo el incendio de un edificio en Vladivostok, trasmitido por la CNN, sino por haberme cruzado con el ejército de trabajadores de la Federación Argentina de Trabajadores de Edificios de Renta y Horizontal (FATERyH), nuestros queridos porteros.
Un mito urbano, no tan mito, dice que de alguna manera misteriosa existe en ellos cierta tendencia a la sabiduría y a la luminosidad, cuyo desprendimiento cognoscitivo es conocer (justamente) sobre la vida y obra de los habitantes de sus pequeñas fortaleces edilicias.
Quizás por dolo quizás por culpa, pero ellos, como si tuviesen pequeñas bolas de cristal, todo lo ven, todo lo oyen y todo lo saben.
Pero hasta ahora solo hemos abordado el misterio de la comprensión total y absoluta, casi como “El Gran Hermano” de George Orwell, de su territorio, de su edificio de propiedad horizontal. Pero el problema, es que estos trabajadores conocen también la realidad del universo mismo. De alguna manera logran interiorizarse de lo acaecido también en el resto de los edificios. Y justamente, mientras caminaba hoy a la mañana descubrí ese mecanismo de información en masa.
El sistema es sencillo. Algún acuerdo o convención determinó que haya un encargado que salga primero a limpiar las veredas. Estimo, que ese horario ronda entre las 4:55 y las 5 de la madrugada. Inmediatamente que sale este portero y comienza con sus tareas, sus dos porteros vecinos, salen y comienzan a ponerse al tanto de las noticias. Un par de minutos después los porteros vecinos de los segundos, salen y se ponen al tanto, para luego comentarles a los cuartos, que luego le dirán a los quintos y así sucesivamente hasta abarcar la masa de edificio-porteros de la ciudad.
Con este sistema, quizás algo arcaico, los encargados de edificios se garantizan el conocimiento absoluto de la masa habitante de propiedad horizonta, construyendo un poder social comparable al de la TV y a los grandes medios de comunicación. Es extraño, que todavía no se hayan realizado estudios sociológicos y antropológicos sobre las formas de comunicación de los porteros. Mucho hay para aprender.
Menos mal que no usan internet.