Título: "El arbol de la vida"
Fecha: 730 d.c.
Material: Mosaico
Telam: raid delictivo de payaso viciado termina en escándalo en Riad.
Riad. Este mediodía fue finalmente apresado en la Capital de Arabia Saudita el supuesto autor del robo al Museo Nacional de Arte de ese país Árabe. Las fuentes oficiales han mantenido un hermético silencio preservando la integridad y la dignidad del reo, aunque nuestros periodistas han podio rastrear la cronología exacta desde el momento del robo gracias a una fuente cercana al Ministro de Justicia.
El Jueves último, luego de ser evadida la seguridad del Museo Nacional de Arte, se sustrajo de su interior la famosa pintura de “El árbol de la vida” que había sido trasladada desde Museo Al-Mafiar de Jericó (Israel), como símbolo de paz entre Israel y el Mundo Arabe.
La policía científica de Riad, a pesar de contar con los últimos recursos tecnológicos en materia de criminología, no pudo encontrar un sólo rastro del culpable. Las cámaras de seguridad sólo obtuvieron una imagen borrosa del sospechoso, que luego de ser filtradas y analizadas, desprendieron increíblemente la imagen de un payaso (mediático).
La policía barajaba hasta esta mañana una lista innumerable de posibles sospechosos, que iban desde grandes ladrones de cuadros, pasando por vendedores de consuelos falsos y terminando en expendedores de panchos del once. En esta lista no figuraba ningún payaso, lo que hacía pensar a la policía que el sospechoso era un amateur en el “arte del robo.”
El escándalo
Luego de haber vendido la obra por un monto total de 2 millones de dólares australianos, el ladrón, que ya se había quitado el disfraz de payaso, cometió su primer gran error. Este joven comenzó a despilfarrar sus manchados dólares, sin tener en cuenta que la policía, dañada en su orgullo, iba a organizar un rastreo sobre gastos desmedidos en todo el país.
Luego de haber dilapidado su pequeña fortuna, y quedándole tan sólo unos dólares, decidió recurrir a la actividad más vieja del mundo, no para recuperar parte de su dinero, sino para terminar de acabar de una vez... toda su hacienda.
El sospechoso, de nombre Farûq, que en árabe significa aquel que sabe identificar los verdadero de lo falso, cayo inmediatamente bajo los encantos de la joven Jaslaf en un burdel del centro de Riad. Ya a esta altura la policía había organizado un operativo cerrojo para detener al joven, pero todavía necesitaban una última prueba para que se activara.
Farûq y Jaslaf ingresaron al aposento amoroso y comenzaron los rituales típicos de una contratación a medio tiempo de no más de $20. Enceguecido por la belleza de Jaslaf y rompiendo parte del contrato, Farûq, comenzó a excederse con los movimientos de sus manos. Luego de unos instantes de ardorosa pasión, el payaso viciado exclamó con sublime sorpresa:
“Por Alá!!!!... maldito árbol de la vida que brota de la ingle de esta muchacha ”
Fué en ese momento que la policía tuvo la señal que necesitaba para inculpar al payaso viciado.
Etimología del error.
A simple vista, no parece haber razones por las cuales Farûq allá confesado inconscientemente su robo, aunque una vez analizados todos los detalles se devela el misterio de la expresión. Resultó ser que la joven Jaslaf, cuyo nombre en árabe significa “aquel que cambió”, no era tan mujer como pensó en un principio. He aquí su segundo GRAN ERROR.
Riad. Este mediodía fue finalmente apresado en la Capital de Arabia Saudita el supuesto autor del robo al Museo Nacional de Arte de ese país Árabe. Las fuentes oficiales han mantenido un hermético silencio preservando la integridad y la dignidad del reo, aunque nuestros periodistas han podio rastrear la cronología exacta desde el momento del robo gracias a una fuente cercana al Ministro de Justicia.
El Jueves último, luego de ser evadida la seguridad del Museo Nacional de Arte, se sustrajo de su interior la famosa pintura de “El árbol de la vida” que había sido trasladada desde Museo Al-Mafiar de Jericó (Israel), como símbolo de paz entre Israel y el Mundo Arabe.
La policía científica de Riad, a pesar de contar con los últimos recursos tecnológicos en materia de criminología, no pudo encontrar un sólo rastro del culpable. Las cámaras de seguridad sólo obtuvieron una imagen borrosa del sospechoso, que luego de ser filtradas y analizadas, desprendieron increíblemente la imagen de un payaso (mediático).
La policía barajaba hasta esta mañana una lista innumerable de posibles sospechosos, que iban desde grandes ladrones de cuadros, pasando por vendedores de consuelos falsos y terminando en expendedores de panchos del once. En esta lista no figuraba ningún payaso, lo que hacía pensar a la policía que el sospechoso era un amateur en el “arte del robo.”
El escándalo
Luego de haber vendido la obra por un monto total de 2 millones de dólares australianos, el ladrón, que ya se había quitado el disfraz de payaso, cometió su primer gran error. Este joven comenzó a despilfarrar sus manchados dólares, sin tener en cuenta que la policía, dañada en su orgullo, iba a organizar un rastreo sobre gastos desmedidos en todo el país.
Luego de haber dilapidado su pequeña fortuna, y quedándole tan sólo unos dólares, decidió recurrir a la actividad más vieja del mundo, no para recuperar parte de su dinero, sino para terminar de acabar de una vez... toda su hacienda.
El sospechoso, de nombre Farûq, que en árabe significa aquel que sabe identificar los verdadero de lo falso, cayo inmediatamente bajo los encantos de la joven Jaslaf en un burdel del centro de Riad. Ya a esta altura la policía había organizado un operativo cerrojo para detener al joven, pero todavía necesitaban una última prueba para que se activara.
Farûq y Jaslaf ingresaron al aposento amoroso y comenzaron los rituales típicos de una contratación a medio tiempo de no más de $20. Enceguecido por la belleza de Jaslaf y rompiendo parte del contrato, Farûq, comenzó a excederse con los movimientos de sus manos. Luego de unos instantes de ardorosa pasión, el payaso viciado exclamó con sublime sorpresa:
“Por Alá!!!!... maldito árbol de la vida que brota de la ingle de esta muchacha ”
Fué en ese momento que la policía tuvo la señal que necesitaba para inculpar al payaso viciado.
Etimología del error.
A simple vista, no parece haber razones por las cuales Farûq allá confesado inconscientemente su robo, aunque una vez analizados todos los detalles se devela el misterio de la expresión. Resultó ser que la joven Jaslaf, cuyo nombre en árabe significa “aquel que cambió”, no era tan mujer como pensó en un principio. He aquí su segundo GRAN ERROR.
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