viernes, 29 de febrero de 2008

Filípides y nuestro crédito local: Porretti


Como muchas sabrán (o quizás nadie) la maratón, comenzó a organizarse como deporte en honor a Filípides, aquel soldado griego que en el 490 antes de cristo, corrió la distancia que hay entre la llanura de Maratón y la ciudad de Atenas, para avisar de la victoria de los griegos sobre los persas y para que preparasen la defensa de la ciudad, por un posible segundo ataque. Todo esto en el Marco de las Guerras Médicas o Medias, contra Meda – Persia. Según la leyenda el tipo se corre 40,8 kilómetros en tiempo record, da la buena noticia y cae muerto, por cansancio o desidia. Parece ser, según algunos teorías, que la descosió, que incluso todavía no se ha batido ese tiempo.
Pensaba en la velocidad y en el valor de Filípides para recorrer semejante distancia y se me incrustaba en el cerebro la imagen del intendente de Pinamar, alegando su inocencia y su supuesta caída en una “cama”. Es difícil que una persona apellidada PORRETI no quiera estar relajado en su propia cama, sería como preguntarle a nuestro amigo Tito Bob Marley si siente gula o un apetito feroz cada vez que volaba en su música.
Similar a Filípides, nuestro gran amigo, el intendente de Pinamar, se recorrió la distancia que media entre la ciudad costera de los pinares y la capital federal (356 kilómetros, casi 10 veces más a la recorrida por nuestro héroe griego) pero en un ritmo frenético. Es claro que las razones por las cuales ambos corrieron divergen notablemente: uno las recorrió por honor, por la gloria, por la “libertad” griega y para salvar a toda una ciudad y murió y fué enterrado como un verdadero héroe.
El otro las corrió para salvarse así mismo buscando ayuda de sus cómplices (administración nacional, provincial, local, barrial y doméstica), y lo único que consiguió fue que lo enterraran vivo, como un verdadero salame.
Aún más sorprendente es que no sólo corrió de Pinamar a Buenos Aires, sino que estuvo lanzando manotazos de ahogado mucho antes de llegar a la ciudad de los 100 barrios porteños, lo que hace de su recorrido (político) una hazaña mucho más loable y digna de nuestros grandes titanes nacionales.
Aunque a no decaer, este héroe local seguramente lo encontremos en un par de años en algún carguito político de segunda línea, siempre bien dispuesto a recorrer grandes distancia en busca de cómplices sin demasiados escrúpulos.
Un cara dura.

martes, 26 de febrero de 2008

Locuras sobre la belleza y sus formas de apropiación.


El mundo a simple vista esta lleno de belleza, caminan por las calles, se cruzan en el colectivo, en el subte, en las paredes y en los carteles. En todos lados resplandece la belleza. Pero si bien aparece en todos lados, no es un bien infinito, sino es más bien escaso, lo que genera que haya gente sin escrúpulos que pretenda adueñarse de esa escasez de belleza. ¿Cuál es la forma habitual de privatización de la belleza?
El levante, no por la ciudad de España, ni tampoco por la salida del sol, sino por el efecto que genera sobre un segundo técnicas y tácticas destinadas al encamamiento, sea el chamullo, la facha, la billetera o el pene. En este sentido, el acto de levante, de apropiación de la belleza, es un claro acto de egoísmo, que va más allá de la buena voluntad del levantador.
Si una persona bella es apropiada (levantada), se garantiza una relación monopólica eterna sobre la belleza. Este objeto bello, entonces, solo puede ser usufructuado por el levantador/a obteniendo una propiedad privada sobre lo hermoso.
Esto es claramente un acto de absoluto egoísmo de dos aristas : las persona bella que no quiere compartir su belleza con el resto (se mira, pero no se toca) y decide compartirla con un solo ser; y el apropiador de la belleza, que no quiere ni que lo/a miren ni lo/a toquen.
Una primera conclusión que viene a la mente es que si la belleza es escasa, lo es solamente por su apropiación.
Imaginemos ahora, una mujer hermosa que se la levanta un don nadie y ambos deciden casarse. Esa belleza se pierde, es decir, aumenta la escasez. En cambio, si esa mujer, bien dispuesta decide repartirse, la escasez de belleza no sería tan profunda.
Supongamos que la población fea es de un millón y hay 250 mil bellas, pues bien, estas bellas deberán repartirse entre cuatro feos, que se turnaran para satisfacerse de tamaña belleza. Incluso muchas personas, de buenas que son, se dejaran mira/tocar por muchos más que 4, lo que aumentaría aún más el grado de belleza que casa persona pueda “consumir”
Una hilación posible sobre esta pequeña exposición es simple. La belleza es un bien y además de serlo, lo óptimo y deseable es que todos tengan contacto con ella. Al ser un bien escaso, es necesario, primero evitar la apropiación para no aumentar la escasez, y después comenzar a repartir y reorganizar la distribución de la belleza. Si repartir la belleza es un bien, la Iglesia y muchos moralistas están equivocados con respecto al casamiento.
El casamiento como contrato eterno de monopolio de la persona, esta mal, porque privatiza la belleza en una sola persona. Entonces las que antes se decían seriecitas, “virgas” y que eran de un sólo hombre, deberían, a través de mi lógica, ir al infierno. Son ellas las responsables de la escasez actual de belleza, y son ellas las que deben ser culpadas por este atroz crimen con la humanidad. En cambio, las rapidongas, aquellas que no discriminan, que se entregan al bien de la humanidad, y trabajan en pos de la felicidad del todo, deben ser reconocidas, valoradas y aceptadas por Dios, como verdaderas epartidoras de belleza.

sábado, 23 de febrero de 2008

Sobre los periodistas y sus coberturas...



Quizás porque estoy influenciado por los medios masivos de comunicación, pero el mundo es realmente pequeño.
Miro la tele, leo los diarios, escucho la radio y todos dan las mismas noticias: problemas en el fútbol, la crisis energética, algún que otro incendio (por cierto ayer se prendió fuego el edificio de al lado de mi casa), extrañas separaciones, la inseguridad, terremotos, algún huracán en Pensilvannia , un gato con dos cabezas, un hombre que se debora un avión, la historia del que murió dos veces, y algún acto conmovedor de solidaridad. Ese es el mundo.
Toda la historia de la humanidad de los últimos 20 años a esta parte se reduce a una repetición incesante de los mismos sucesos, repetidos incesantemente por los periodistas, incesantemente comentadores de incesantes noticias sin sentido.
¿Tan aburrido es el mundo, tan pocas cosas ocurren en un lugar donde viven 5000 millones de personas, o es que será que los periodistas son unos verdaderos nabos?.
Alguien, aburguesado más que yo me dirá con razón: “Es lo que vende, es lo que da rating, las noticias son también un negocio”
Y tiene mucha razón, las noticias son un negocio, pero la “realidad” ¿también lo es?

Es claro que si, lamentablemente llegados a este punto en la historia la “realidad” la hacen los medios. Y ahí está el problema. Porque si la realidad es dictada por los medios, y los medios masivos fluyen según sus tasas de ganancias, la realidad misma está bajo el control de esa maldita tasa. Eternamente insatisfactoria para los empresarios. No para mi que tengo que bancarme tener que agradecer que me hayan aumentado el sueldo.
Llegará el momento, si es que ya no pasa, de que los medios no se conformaran con dar una visión de la realidad, sino que también hagan la propia realidad.
No alcanzará mostrar las mismas banalidades de siempre, ahora hay que crearlas también. Es un medio autosuficiente y capaz de retroalimentarse todo el tiempo con sus mismas estupideces, y como es lo único que hay para hacer, todos caeremos en esa trampa.
Parece ser que estamos condenados a vivir en un mundo totalmente aburrido, donde las noticias se repetirán incansablemente, y donde todos los periodistas del mundo estén filmando, grabando, entrevistando a las mismas personas en el mismo momento. En unos años, las conferencias de prensa deberán hacerse en grandes estadios, donde la infinidad de periodistas puedan entrar y grabar con comodidad.
Espero no llegar a ver eso…

miércoles, 20 de febrero de 2008

Tandil... ¿Capital Iberoamericana de la Aviación?


Año 1904 “25 de Mayo de 1904, (Tandil , Argentina) vuelo de la primera maquina mas pesada que el aire en Sudamérica”
La foto es verdadera, es la única que hay.

Leyendo tandilportandil encontré una noticia donde se comentaba que se había realizado un homenaje-conmemoración al primer vuelo de un avión a reacción en la Argentina. Se cumplían 60 años del vuelo del famoso Gloster inglés comprados por Perón con las deudas de los ingleses de la segunda guerra (otras épocas, había países que nos debían plata).
Mi mente curiosa se preguntó porqué carajo se hacía en Tandil esta conmemoración. Así que leí la noticia.
Ahí me entere de una data, para aquellos nacionalistas del Tandil como yo (no se si para enorgullecerse, pero si para tener algo más para decir sobre Tandil) parece que se quiere colocar como la capital Iberoamericana de la Aviación.
Más preguntas sobrevolaban mi mente, así que me puse a buscar por qué ese título, y encontré esto en el texto: “ENSAYO SOBRE EL PRIMER VUELO CON UN PLANEADOR EN LA ARGENTINA” de FRANCISCO HALBRITTER

(Textual) Lo que sí es un hecho innegable es que el “vuelo” hecho en Tandil el 25 de mayo de 1904, ya que existe una conocida fotografía que nos muestra la aeronave antes del intento, aunque en los trabajos publicados hasta ahora se mantiene la duda cobre las identidad del constructor / piloto, mencionándose indistintamente los nombres de Pablo Suárez y Guido Dinelli. Sin embargo, las investigaciones del historiador tandilense Juan Roque Castelnuovo permitieron echar un poco de luz sobre este tema, al demostrar fehacientemente que el verdadero protagonista de esta historia fue Guido Dinelli. Vayamos a los hechos.-
En la edición del 1º de octubre de 1944 del diario “La Nueva Era” de la ciudad de Tandil se publicó por primera vez la conocida fotografía del planeador, con un epígrafe que, sin mencionar al protagonista, decía: “Aquí está la bicicleta aérea, avión primitivo, fruto de la imaginación de un entusiasta, cuyo coraje lo llevó hasta hacer la gran prueba en Tandil. A una bicicleta le adosó unas alas y algo parecido a un toldo o dosel. Con solamente estos elementos pretendió volar. Han pasado cuarenta años desde esa fecha en que, este precursor del progreso aéreo, convocó la curiosidad de las gentes que no salían de su asombro. Desde la altura del Cerro Garibaldi se lanzó al espacio. No voló. Aterrizó y lo que es peor, contra una piedra. La gente había previsto el desenlace; pero no imaginaba a que altura rayaría el progreso aéreo en estos tiempos. “Esta fotografía había sido tomada en 1904 por el vecino Carlos Pierroni, y fue luego reproducida en casi todos los trabajos sobre este tema, pero por motivos que desconozco se le atribuyó la paternidad del planeador principalmente a Pablo Suárez, mencionándose a Guido Dinelli sólo en forma muy tangencial, cuando en realidad la actuación de Suárez, si existió, se limitó a la de un simple espectador del vuelo.
El trabajo de Castelnuovo permitió saber que Guido Dinelli era un inmigrante calabrés nacido en Catanzaro, Italia, el 2 de abril de 1869, quien residía en la ciudad de Tandil, donde ejercía su oficio de zapatero. Su pasión aeronáutica tiene un origen desconocido, aunque la lógica indica que fue la influencia de los trabajos de Lilienthal la que lo llevó a querer volar, y así a la tardía edad de 35 años decidió construir su propio planeador. Al leer las publicaciones de Lilienthal, Dinelli se enteró de que la sustentación dependía de la velocidad, de manera que decidió dotar a sus alas con un fuselaje consistente en una bicicleta, la que le permitiría acelerar hasta alcanzar la velocidad de despegue. En cuanto a las alas propiamente dichas, las construyó con la desinteresada ayuda de don Andrés Macaya, propietario de la carpintería ubicada al 900 de la calle Machado, donde cortó los listones de pino spruce de 2 por 3 centímetros que luego curvó en agua caliente, utilizándolos para darle la forma adecuada al velamen, cuya estructura principal era de esta madera y de caña, su planta era de forma semicircular, con un diámetro de unos cinco a seis metros, y estaba recubierta con una tela de cotín con estampado rayado, la que según Castelnuovo le fue regalada por el famoso payaso inglés Frank Brown, quién por entonces estaba de paso por Tandil con el circo de los hermanos Carló. En cuanto a los controles de esta aeronave, prácticamente carecía de ellos, ya que lo único que había instalado Dinelli era un par de cuerdas de cada lado del velamen, las que le permitirían variar la incidencia por deformación de la estructura.-
El aparato de Dinelli también fue descripto por un artículo publicado en 1904 por el periódico “Luz y Verdad” de la ciudad de Tandil, en donde se dice: “Hemos tenido ocasión de hablar con el señor Guido Dinelli, inventor y constructor del “Aereoplano” (sic), y nos comunica: que él no pretende, como ha dicho un colega local y ha sido repetido por la masa popular, volar por los aires o elevarse con su aparato desde las sierras; sino simplemente a favor de una ráfaga de viento que tendrá que aprovechar, deslizarse desde lo alto de la sierra de la calle Belgrano y llegar a estabilizarse en el aire. Pesa el aparato, con el señor Dinelli incluso, 96 kilos, y es enteramente sencillo. El experimento no responde a un fin especulativo como dicen algunas malas lenguas; es puramente una prueba científica. El señor Dinelli no puede fijar la hora en que ésta se verificará; será desde la una de la tarde, de mañana en adelante, pues tiene que esperar que el viento lo favorezca”.-
Dinelli había anunciado que ensayaría su planeador en el feriado patrio del 25 de mayo de 1904, de manera que ese día, entre las tres y las cuatro de la tarde, llevó su aparato hasta el peñasco del Cerro Garibaldi, a cerca de cien metros de altura sobre la Plaza Independencia, y enfrentando el viento, que debía soplar del noroeste, echó a rodar cuesta abajo en un ángulo de unos 45º, recorriendo luego en planeo unos ciento ochenta metros. El aterrizaje fue muy duro, ya que tocó tierra con un pronunciado ángulo de descenso y con la bicicleta que oficiaba de tren de aterrizaje desalineada con la trayectoria del vuelo, golpeando con su cuerpo contra el piso, para quedar envuelto en los restos del velamen y en las astillas de la estructura de su planeador. Aunque Dinelli quedó bastante magullado y dolorido, y se dice que en medio del revuelo un par de muchachotes le robaron lo que quedó de la tela del revestimiento del ala, parece que este incidente no alcanzó para aplacar su entusiasmo, de manera que una vez repuesto de los golpes inició gestiones ante el Municipio local para obtener su apoyo económico, para seguir con sus experiencias. Sin embargo, parece ser que la negativa oficial de aportar dinero al proyecto, sumada a la mala situación de su economía personal, lo hicieron recapacitar, abandonando poco después la actividad aeronáutica, esfumándose su figura con el paso del tiempo.-
Para recordar este valiente y precursor intento, en una roca de ese lugar se inscribió con pintura el texto “Aquí nació la aviación Argentina”, el que se fue borrando con el tiempo hasta desaparecer por completo. Luego, hacia 1964 el propietario del predio desde donde se lanzó Dinelli, un señor de apellido Salvi, dono una fracción de terreno para levantar allí un monumento conmemorativo, el que nunca se construyó, pasando así al olvido un hecho aeronáutico nacional realmente notable.-



Una data interesantísima, y totalmente desconocida.
Tandil… ¿Capital iberoamericana de la aviación?

Destilando Amor


En estos últimos días me llegó el rumor de que existía una novela, televisada por un importante canal de aire, con un nombre digno de los delirios más importantes que un guionista puede cometer. El informante no sabía con exactitud el título, pero sabía que la daba el ex-canal de Hadad...3 al cuadrado.
Incrédulo, decidí iniciar una investigación para descubrir ese título por cierto misterioso.
Luego de un par de minutos descubrí este nombre: “Destilando amor”. Pensé en un primer momento, algo ignato por cierto, que se trataba de un programa sobre la industria vitivinícola y el amor a las grandes bodegas nacionales y al Malbec. Pero no era así.
Para certificar mi idea anterior hice click y surgió la sinópsis: “En la tierra del agave nació el amor entre el dueño de una hacienda y una jornalera”. Era la novela que andaba buscando.
En qué locura estaba pensando el autor de ese título, y peor aún, en qué pensaba el director del canal que decidió pasar una novela en la cual los personajes principales DESTILAN amor por los poros. Hay cien mil palabras que representan el amor entre dos personas mucho, pero mucho menos desubicadamente, que destilando.
Se imaginan a Romeo comentándole a Julieta las borracheras que se pegaba por el simple hecho de pensar en ella. Cuantas comedias hubiera escrito nuestro amigo William Shakespeare.
Sin mayores aportes, y esperando con todo ahínco olvidarme pronto de este ingrato conocimiento, les dejo las próximas novelas que van a ser televisadas.

Otros nombres de novelas, que van a salir proximamente:
Sulfurando amor: Un geólogo luego de realizar una misión por el Volcán Vesubio, encuentra una mujer intoxicándose entre los sulfatos emanados por el mismo (por el volcán), y se enamora perdidamente.
Ensobrando cariños: la historia del dueño de Correo Argentino, que se enamora de la cartera que hace el recorrido Cucha-Cucha – Av. San Martín.
Suturando deseos: Un joven doctor, que trabaja en emergencias médicas se enamora de una mujer que sufrió una veintena de puñaladas.
Longevizando consuelos: La tierna historia de dos ancianos que descubren su amor a los 94 años, y tan sólo les dura un par de días.

martes, 19 de febrero de 2008

Billetes de la suerte


El otro día, quizás buscando la fortuna eterna, estaba revisando la billetera de un amigo, y detrás de un par de descuentos de un sex-shop encontré un billete de un dólar, algo roto y todo desdibujado.
“Es el de la suerte”, me dijo, mientras manoteaba los descuentos para que no los vea.
Entonces me pregunté si es que tan solo el dólar trae suerte o también hay otros billetes que hacen del azar una virtud o incluso si tienen otras funciones.
El rumor habitual es que teniendo un billete de un dólar, uno tiene fortuna, no en el sentido material del dinero (un dólar no es demasiada plata, aunque si sigue subiendo vamos a tener que tener un centavo de dólar en la billetera) sino en el sentido del azar, en el sentido de que lo imprevisto nos es siempre positivo, es decir, mucho culo.
Pero que sucede si todos tienen un dólar en la billetera.
Una teoría algo descabellada, plantea la idea de que se generaría un vacío de poder del azar, y todos los resultados se medirían en tablas. Nadie ganaría, todos empates, ni si quiera en la lotería, en donde todos los números saldrían al mismo tiempo.
Otra idea, impulsada por los sectores más imperialistas del gobierno de los EEUU, alega de que traería suerte a todos, y todos ganaríamos. Lo cual no está exento de problemas, ya que no alcanzarían los premios para repartir entre todos, no hay tantas medallas de oro para las 40000 competencias olímpicas. A su vez esta teoría se desvanece totalmente en el caso de los ecuatorianos, donde todos ellos tienen más de un dólar y le va bastante mal.
Una tercer teoría, mucho más modesta y seguramente la menos seguida por la gente, es que en realidad un billete de un dólar no sirve para nada. Y versiones más extremistas plantean de que un billete de un dólar trae mala suerte, o por lo menos que molesta y ocupa lugar en la billetera.
¿Pero qué es lo que pasa con el resto de los billetes?
Lo primero que hay que decir es que lo pesos argentinos, traen evidentemente mala suerte. ¿Quién conoce a alguien, primero que tenga algún peso en el bolsillo, y segundo que le vaya bien?
El peso boliviano genera que la fuerza gravitacional y la fricción que genera el aire en objetos en movimiento no sea la misma. Muchos técnicos de fútbol tienen pesos bolivianos en la billetera para que la pelota no doble ante tiros libres de los contrarios.
Un último billete a tratar aquí es el euro. Todavía no se comprobó ningún efecto, pero está tan creída e inflada que no sorprendería que tengan efectos milagrosos en sus poseedores. Algunos dicen que teniendo unos cuantos euros podés favorecer a la misma diosa de la justicia. Esta virtud no parece ser exclusiva del euro, ya que se han visto jueces comprados también con pesos y con dólares.

PD: Puse billete de la suerte en Google, y me apareció que el de la suerte es el de dos dólares, eso ya sí es mucha plata.

viernes, 15 de febrero de 2008

Sátrapas sátrapas.


El otro día, bastante ocupado yo, estaba leyendo la historia de Alejandro Magno relatada por unos de los biógrafos más grandes de la historia, nuestro joven amigo Plutarco, y un poco después de que mataran a Filippo II (Rey de Macedonia y Padre de Alejandro) apareció una palabra que hacía mucho tiempo que no escuchaba: Sátrapa.
La frase más o menos decía: Alejandro se juntó con el Sátrapa de Persia.
Inmediatamente y aplicando mis mecanismos automáticos de pre-juzgamiento me imagine a esta Sátrapa como un verdadero satrapa, como aquel personaje bajo, digno de los chantajes más ruines, capaz de vender hasta su propia vieja. Me imagino que es la imagen que la mayoría de las personas se hicieron inmediatamente.
Pero, del mismo modo que surgió ese mecanismo “natural” de pre-juzgar, otro mecanismo surgió en mi, mucho más importante y movilizador, el mecanismo de la duda, de la pregunta y la crítica. Y me pregunté que significará realmente Sátrapa.
Entonces, teniendo en mi PC a una de las peores enciclopedias del mundo, pero al alcance de todos, entré en Wikipedia y puse la palabra Sátrapa, para ver que significaba.
Por Zeus !!!! que sorpresa me lleve.
Sátrapa (en griego: σατράπης satrápēs, del antiguo persa xšaθrapā(van), «protector de la tierra/país») es el nombre que se dio a los gobernadores de las provincias de los antiguos imperios Medo y Persa. Sigue Wikipedia diciendo que también se conoce con este calificativo al hombre sagaz, que sabe gobernar con astucia e inteligencia
Ahora bien, ¿Qué ha pasado entre medio para que se llegue de hombre sagaz, que sabe gobernar con astucia e inteligencia a un personaje ruin de poca monta? Quizás habría que preguntarle a Wikipedia, que significa gobernar con astucia e inteligencia, es decir, para quién gobierna con astucia e inteligencia? Si gobierna para los suyos, para sus amigos y para sí mismo, creo que la definición de Sátrapa-sátrapa es verdaderamente aplicable y el gobernador es un verdadero hijo de puta. Ahora bien, si hace todo lo contrario, quizás nuestra imagen del satrapa sea errónea.
Aunque viendo a nuestros Sátrapas, es indudable que su gobierno de astucia e inteligencia se aplica mucho más a sátrapas. Así que para ajustarnos mejor a la definición deberíamos aplicar: Sátrapas sátrapas. Es decir, nuestros Sátrapas son unos verdaderos sátrapas, lo cual parece una verdadera obviada y lo es.

miércoles, 13 de febrero de 2008

Relación entre el Bon-o-Bon y San Valentin


Luego de una prolongada investigación, que no superó los 10 minutos, pero que para el caso a tratar me resultó totalmente eterna, descubrí los pormenores de la historia del “Día de los enamorados” o San Valentín.
Resultó ser, que el 14 de febrero nació un tan Valentín, que fue sacerdote en los momentos en los cuales los cristianos eran perseguidos, capturados y luego convertidos en el gatti de los leones de los circos romanos. Estamos hablando de los años 200 – 250 después de cristo, cuando comenzaba el lento pero inexorable ocaso del Imperio Romano. Simplemente, Valentín era el sacerdote que casaba a la manera cristiana a las parejas romanas, hecho que estaba prohibido y penado con la muerte.
En algún momento, influenciados por la lógica y las nuevas ciencias del siglo XVI – XVII alguien pensó, de manera totalmente descabellada, que existe una relación causal entre el casamiento y el amor.
Es decir, las personas que se casan se aman, desean pasar el resto de sus vidas juntos, son el uno para el otro, no pueden vivir sin la presencia del otro, etc, etc, etc, sin tener si quiera en cuenta que muchas veces se casaban por plata, por beneficios políticos, por obligaciones, por arreglos familiares y por mil razones más, bastante más materiales que el amor.
Luego de que se pasara de largo este craso error, se llegó a la conclusión de que si Valentín casaba a novios que supuestamente estaban enamorados, no debía apadronar a otras personas que aquellas que estaban enamorados. Desde entonces y sin que Valentín se lo imaginara se convirtió en el patrono de los enamorados.
Pero ahora que las ciencias tanto han avanzado y que se sabe que no todos los casamientos son por amor, una pregunta se me cruza en mi mente.
Si a San Valentín le dieron el emblema de ser patrono de los enamorados porque se creía ingenuamente que la gente se casaba por amor, ahora que ya se sabe que no todos los casamientos son por amor, ¿También es patrono de otros rubros? ¿Será patrono del chantaje, de los arreglos, de los padres sin escrúpulos, de los traidores?
Habría que enviar algún tipo de misiva al Vaticano, para que replanteen la cuestión de San Valentín, porque sería una locura total y una falta de respeto a Dios mismo, vincular al Vaticano con el chantaje, los arreglos, los padres sin escrúpulos y los traidores (cuak).
Y todo esto ¿Qué tiene que ver con un bon-o-bon?
No tengo ni idea, pregúntenle al dueño de ARCOR que no la debe estar pasando nada mal.

Vida Repetida


Hace ya un tiempo que por suerte no le doy mucha bolilla a la televisión. No se si es porque se me rompió la tele un tiempo y me acostumbré a su ausencia o simplemente porque me desagrada tanto lo que veo que, como un acto reflejo de supervivencia, decido cambiar.
Pero, a pesar de mis bien mentados instintos naturales, de vez en cuando uno desafía la naturaleza misma y se arriesga a quedar televisado (idiotizado) de por vida. Me arriesgué, todavía no observé las consecuencias, pero algo cambio en lo más hondo de mí: “Estamos mal pero…” vamos peor.
Y llegué a una conclusión, ya mentada con anterioridad, pero totalmente fortalecida. La TV es mala.
No por un mero carácter mefistofélico y moralista en donde aparece la TV como un verdadero designio del diablo, no… nada de eso.
Es mala por chata, por pacata, por poco original, por mercantilista, por absurda. En definitiva es mala por FEA. No hay belleza en la televisión.
Y tras que es fea, nos la repiten eternamente hasta el hartazgo. Hay un centenar de programas que hablan sobre la TV, pero no en un sentido de crítica, ni siquiera en un sentido de apoyo. No, tan solo de lo que pasa en ella: tal programa dio esta nota, tal otro esta otras.
Y esta repetición eterna, también genera que ciertos detalles luminosos entre tanta mugre se vuelvan polvo. Lo bello suele ser escaso, si lo repetimos y lo clonamos, lo vulgarizamos. Un cuadro es bello, por ser único (lo que no significa que todas las cosas únicas sean bellas). ¿Qué pasaría con Los Girasoles de Van Gogh si cada uno de nosotros tuviera un cuadro exactamente igual? Se corta la otra oreja, la clona y nos la manda a todos.

Y estaba enojado y escribí esto… seguramente otra vez que prenda la tele me voy a volver a enojar y continuaré. Tengo sueño.
Que sueñen con los Angelillos…

martes, 12 de febrero de 2008

Las medias de los quirchner lasbañaLasvagna.


Esta foto es genial.
Uno, como un amante desprevenido está diciendo: “No es lo que parece”, y el otro con su vista distraída (por no decir desviada) nos aconseja: “No lo tomen a mal... realmente nos queremos.”

lunes, 11 de febrero de 2008

Viaje en Ascensor.


Entras a tu edificio con la misma resignación de siempre. El encargado (por no decir portero) siempre tira un ¿Cómo andas?, pero nunca te abre puerta.
Llegas al ascensor y tenés que decidir. Entre la espera inagotable y claustrofóbica del cubículo tirado sobre rieles y hierros nunca asegurados, o por el suplicio físico y traumatizante de un ascenso vertical por etapas de no más de 30 centímetros que nunca termina.
Elegís el cubo de hierro, simpáticamente adornado con un espejo, para ver tu rostro de pánico en el momento que te das cuenta que los cables se cortaron.
Entras, siempre sigiloso, cerrás la puerta que hace un ruido estrambótico que cala hondo en tus entrañas. Un segundo antes de terminar fastidioso proceso, una voz del más allá, grita: “Va para arriba, espéreme”.
Uno siempre espera la vecina del A, como para entablar un primer contacto. Pero la voz era un mal presagio. Era la del 9.
No para de hablar. “Que qué lindo día, Qué estoy cansada, ¿qué viste lo que le pasó al del octavo? “Qué bla, bla, bla,bla”.
Finalmente el ascensor se cierra, e instintivamente, siempre pero siempre, uno saca las llaves del departamento agilizando el trámite, y como si estuviese coordinado por una potencia extranatural, la del noveno comienza su monólogo de preguntas y respuestas para sí misma.
Los números de los pisos, a penas reflejados entre las hendijas de la puerta, aparecen y desaparecen en un juego diabólico, exasperando la paciencia, del ya nervioso pasajero.
Las manos se mueven más rápidamente, las llaves entonan un candombé que nunca escuchaste, suenan, suenan, cada vez más fuerte, como si tuviesen correlato directo con la velocidad del ascensor, y más que nada para tapar la voz de la vecina.
Pero es simplemente una ilusión, el ascensor siempre va despacio, cada vez más despacio, hasta que se detiene.
Uno se alegra, respira, se relaja, abre la puerta como si fuese la misma puerta del edén abriéndose nuevamente a la raza humana. Movés las cejas, una sonrisa se descubre de tu rostro, tus mejillas se sonrojan, como diciendo este es mi piso, y te das cuenta finalmente, que estas en el noveno y no en el cuarto.
Gozándote, y transformándose en una víbora aún más venenosa que antes dice: “Uhh... se pasó”.
La mirás con los ojos más letales que podés, esperando realmente su muerte. Pero no, sólo lográs que te sonría.
Noveno. Cinco pisos para abajo, más de lo que tendrías que haber hecho normalmente. Una encrucijada vuelve a tu mente, la misma del principio de los días: ¿Tomo el ascensor o voy por la escalera?
Resignado, bajas por la escalera. Todo salió mal.

Al paso: ¿Viajamos como ganado?

Una vez más y con un fuerte desagrado vine a trabajar. Pero a esta altura no se que es más desagradable, si trabajar 9 horas en un trabajo monótono que no deja de embrutecerme, o viajar 15 minutos en la línea D de subte en hora pico (es decir de 5 de la mañana que arranca a 12 de la noche que termina).
En esta ocasión no pasó nada extraño, eso no significa ni normal ni bien.
El subte pasó y comenzó una lucha a muerte entre los que bajaban y subían, que culminó con un empate técnico. Todos lograron su objetivo, pero nadie quedó satisfecho.
Yo formaba parte del equipo visitante, los que entrábamos. Así que como buen atacante empuje, empuje, hasta que ingresé casi catapultado por la fuerza de muchos.
Una vez adentro intente en vano hacer gala de un librito nuevo (usado) e intenté leerlo. Imposible... no llegue a 10 renglones y un empujón me lo sacó de las manos como si estuviera prohibido.
Alguien viendo y sufriendo lo mismo que yo, comentó una frase vox populi en los últimos tiempos: “No puede ser, viajamos como ganado”.
Internamente y sin pronunciar palabra me pregunté a mi mismo cual era la diferencia entre el ganado y nosotros mismos: unos viajan apretados, sucios, transpirados, realizan sus necesidades donde muchas veces comen, en cambio los otros rumean y dicen muuuuuu....
Y algo mucho más desalentador, todas esas asquerosidades a mi me cuestan $0.90 en cambio a las vacas les cuestan la vida. Que afortunadas que son. Yo mañana tengo que volver a sufrir...

domingo, 10 de febrero de 2008

Zerpa... apagá la luz!!!


Extracto extraído (justamente) de una nota publicada por el “serio y respetado” diario el Eco de Tandil el día viernes 8, con referencia a los incendios acaecidos en las sierras la última semana.

“…El fenómeno fue analizado por el reconocido investigador Fabio Zerpa, que lo atribuyó a los `foo fighters´, una especie de cazafantasmas que acarrean energía para las naves… Ayer al mediodía, la producción del magazine "La Ciudad" contactó al investigador Fabio Zerpa, a quien previamente le envió los documentos fotográficos obtenidos en cercanías del incendio. Luego de recordar la investigación que realizó en esta ciudad en 1974, a raíz de que el testigo Sebastián Acevedo observara a una "nave extraterrestre que cargaba electricidad" en la estación de Segba ubicada sobre la Ruta 226, se refirió a los hechos actuales…Las definió como "proyecciones plasmáticas que largan desde la nave", entonces la misión de esos "foo fighters" es cargar electricidad en los cables de alta tensión… De acuerdo con el investigador, es posible que las bolas de fuego puedan responder a la presencia de objetos voladores no identificados sobre el cielo tandilense. Sobre el final, expresó su deseo de acercarse hasta esta ciudad para investigar estos fenómenos.”

Me llama la atención que nuestro querido amigo Julio De Vido todavía no haya utilizado esta teoría para explicar la crisis energética en la que vivimos. Sólo falta que empiecen a cambiar las luces de estos objetos voladores no identificados por bombillas de bajo consumo y que se cambie su “motor de fuerza gravitacional” por motores a bio-diesel.

Zerpa apagá la luz.